Enrique Castro / De Peso
CANCÚN, Q. Roo .- Con una rajada de más de dos centímetros en el ‘cocoyol’ dejaron a un paisano ayer a las 7:15 de la mañana, cuando al valor de las ‘kawasakis’, él y otro compa se enfrentaron contra otros sujetos en un camino de terracería de la colonia Maracuyá y se dieron en todita la ‘malle’.
Como mascarita sangrada y alcancía de cochinito terminó Wilberth Alexis Hernández, de 20 años, cuando chupaba como naufrago con su carnal político Braulio de los Santos Ulin, de 31, en la puerta de su jacal en la supermanzana 248, pero al agotarse, ambos fueron a recargar los misiles para seguir la ‘pediux’.
Cuando caminaban por una terracería de dicho asentamiento les salieron a paso par de chacales, vecinos del rumbo que las lenguas viperinas chismearon que ya tenían viejas y abuelas rencillas, y como gallitos de pelea erizaron sus copetes y se agarraron a mordiscos, rasguños y piquetes de ojos.
Para mala fortuna de Wily salió con el rostrazo dañado y una rajada de más de dos centímetros en la ‘mollera colorá’ al recibir un botellazo a la malagueña, como sus familiares estaban cerca tocaron la campana para parar el pleito y llamar al 911 a fin de solicitar una manada de ‘cuicos’, lo que obligó a los ‘madrificadores’ a refugiarse en su chante; a la llegada de los ‘cruzrojitos’ a Wilberth le pusieron sus venditas y le momificaron la ‘chola’ para dejarlo listo para el siguiente ‘round’.
