Pedro Amador/De Peso
CHETUMAL, Q. Roo.- A pesar de que vivieron una dolorosa experiencia, las tres personas a quienes anteayer les cayó encima un tinglado metálico, después que fue aplastado por un enorme árbol derribado por los fuertes vientos que acompañaron al frente frío número 14, cuando participaban en un evento religioso, ese mismo sábado, tras salir del hospital donde se encontraban, regresaron al templo, donde se realizó una reunión distrital de pastores y líderes de la península.
Como oportunamente informó De Peso, anteayer Noemy ‘F’, de 47 años; Yessenia ‘I’, de 28, y un menor de edad comían debajo de un cobertizo de lámina de zinc instalado en un predio de la avenida Maxuxac por Colibrí, en la colonia Nuevo Progreso, al que le cayó encima un viejo árbol que derribó la estructura; por fortuna una mesa de metal soportó el peso y por eso los comensales tuvieron lesiones que no pusieron sus vidas en riesgo.
Noemy presentó contusión en región occipital de cráneo, Yessenia tuvo una crisis nerviosa, mientras que el menor sufrió una herida en la cabeza, de cinco centímetros; el evento concluyó ayer y los visitantes regresaron a sus lugares de origen sin contratiempos.
