Jorge Uc / De Peso
CHETUMAL, Q. Roo.- Pirómanos hijos de su calenturienta ‘mom’, arrojaron combustible a un vehículo Nissan Sentra que estaba estacionado frente a la vivienda de su propietario en la calle Chablé con 30 de Noviembre y Guillermo Lope de Vega, en la colonia Comité Proterritorio; por fortuna el afectado y su familia logró sofocar las llamas y los daños fueron mínimos.
A las 2:00 de la mañana de ayer, bomberos despertaron al sonar la campana de emergencias de su base, se limpiaron los ‘chemes’ y acomodaron el ‘chonino’ que masticaba la ‘chocha’ para subirse a su camión e ir a apagar un supuesto incendio de vehículo en la colonia Comité Proterritorio.
Llegaron a una vivienda situada en la calle Chablé entre Guillermo Lope de Vega y 30 de Noviembre, donde había un montón de chismosos, cuicos municipales y estatales, pero nada de fuego, solo un auto Nissan Sentra blanco, con matrícula USW-733-E que tenía un ‘canelazo’ desde salpicadera izquierda delantera y la puerta del conductor.
Se entrevistaron con Felipe Sutelán Navarrete, quien informó que se encontraba bien dormido, cuando un chirrido de llantas lo despertó y al asomarse por la ventana vio que su nave ardía de la parte frontal, por lo que de volada habló a su familia y con cubetas llenas de agua comenzaron a sofocar las llamas que amenazaban con extenderse.
El afectado dijo que el incendio fue provocado por personas desconocidas, y por fortuna logró levantarse a tiempo antes que su nave fuera devorada por las llamas, pero afortunadamente el ‘kisín’ solo se relamió los bigotes pero no logró su cometido.
Dijo desconocer el motivo de la agresión a su patrimonio ya que no tiene problemas ni deudas con nadie, por lo que le dieron indicaciones de acudir a la Fiscalía General del Estado para interponer su querella ante un fiscal del ‘emepé’.
Cabe señalar que los bomberos al mando del subdirector, Rodolfo Caamal llegaron para enfriar la zona donde le rociaron gasolina al automóvil y no fue necesario realizar mucho peritaje ya que a un costado se halló un envase de plástico de 2.5 litros en el que los pirómanos llevaron la gasolina que se le roció al vehículo, pero por fortuna solo sufrió daños en la pintura.
