Redacción/De Peso
Un ruletero que estaba preso en la cárcel de Cancún, colgó sus penas en el baño de su celda, aparentemente por un ‘pedro’ de depresión por el que estaba pasado; fueron sus cuadernos de doble raya los que reportaron el hecho a los custodios que echaban su rondín.
‘Maomenos’ a las 6:15 de la mañana, Hugo Silva, subdirector jurídico del Centro de Reinserción Social (Cereso) reportó a las centralistas del 911, que en la celda ocho de la sección E, tenían una cadavérica situación.
Cuando los agentes de la Policía Ministerial las dejaron caer a la prisión, confirmaron que se trataba de Jesús Francisco ‘N’ de 40 años, era un taxista que desde hace algún tiempo estaba recluido por delitos de los que no se especificó.
Tras varios minutos de espera, peritos de la Fiscalía General del Estado (FGE) arribaron a la escena del deceso, donde se marcó como indicios una cuerda morada que estaba amarrada a uno de los barrotes de la ventana del baño.
Por su parte, los investigadores de la Ministerial intentaron sacar la sopa a los compañeros de celda del ‘morido’, quienes solo se limitaron a decir que Pancho tenía algunos problemas de depresión por su familia.
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