Jorge Moreno/De Peso
MÉRIDA, Yucatán.- En días pasados me reportó una familia de Mérida que viajaba de retorno a su ciudad natal luego de acudir a la playa de Telchac Puerto cuando de pronto cerca de llegar al municipio de Baca, vieron a una niña vestida de blanco cruzar la calle de forma intempestiva.
El conductor del vehículo incluso bajó su velocidad ante la cercanía de la menor; sin embargo, cuando se dio cuenta no había nadie por ningún lado de la carretera: “Eran las seis de la tarde más o menos; estaba claro aún había sol y no hay forma de que esa niña se hubiera guardado, creo que era un fantasma”.
No conforme con la experiencia, le platicó su vivencia a un compañero de trabajo que radica en Dzemul y éste le dijo que lo que vio seguramente era el alma en pena de una menor oriunda de este municipio, pero que se fue a vivir con su familia a la ex hacienda de San Isidro Xulub hace mucho tiempo y que falleció en un trágico accidente.
Esta persona se refiere a un caso ocurrido en los años ochentas, cuando esa familia vivía en la hacienda henequenera; el hermanito de la niña jugaba con ella junto a los “trucks” que llevaban enormes cantidades de penca de henequén, y en un momento dado empujó uno de estos vagones para darle un susto a su hermanita, que estaba de espaldas junto a otro truck pero sobre las rieles.
La pesada carga del carrito en movimiento hizo que tomara velocidad y que al estrellarse contra el otro truck, aplastara y cercenara el cuerpo de la niña, quien falleció minutos después debido a que casi fue cortada por la mitad. Ni siquiera hubo oportunidad de llevarla al hospital.
A partir de ese momento la familia decidió abandonar la hacienda e irse a vivir muy lejos, tratando de borrar ese recuerdo; al parecer, se fueron al centro del país, ya que ahí buscó trabajo el jefe de la familia.
Desde entonces y hasta la fecha, los habitantes y trabajadores de la hacienda aseguran ver y escuchar el alma en pena de esa niña, quien quizás aún no sepa que ya no pertenece a este mundo y vaga en los alrededores en busca de su hermanito y de sus padres…
De hecho, en el año 2013 acudí a ese sitio (publicamos el reportaje en esta sección) y a partir de que se hizo público el caso, muchas personas de sitios cercanos y que frecuentemente transitan por esa carretera, me han reportado que ven a la niña a la entrada de la hacienda e incluso cruzando la calle, por lo que algunas personas han tenido que frenar pensando que se trata de una persona de carne y hueso.
Cuando hice aquella investigación me percaté de que aún están allí las rieles e incluso los trucks (incluyendo el que propició la muerte de la niña), y aseguran que han visto moverse este último, principalmente por las noches y, por si fuera poco, han visto la silueta de una persona pequeña junto a él; afirman que podría tratarse de esa niña, quien desde el más allá aún permanece jugando en el truck.
Frente a las rieles se encuentra un árbol en donde también afirman haber visto la silueta de la niña, la cual parece esconderse o tratar de jugar a la “escondidillas”, pues cuando algún valiente se acerca, la pequeña se guarda en el otro extremo del mismo.
No cabe duda que son situaciones muy interesantes las que ocurren en esta ex hacienda. De hecho, hace unos días pasé por ahí y me percaté que ya no hay acceso para entrar (han colocado malla ciclónica justo en la entrada que da a la carretera); al parecer el sitio está en venta y serán los nuevos dueños los que tendrán su “bienvenida” cuando se den cuenta de que no estarán solos allí.
