Enigmas: la “maldición” de dos espejos

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Este es el espejo que se encuentra en el Museo de EE.UU.

Jorge Moreno/De Peso
MÉRIDA, Yucatán.- Se dice que los espejos en ocasiones pueden ser portales hacia otras dimensiones, que en ellos podemos ver reflejados espíritus, o se podrían arraigar energías de personas al morir, contactar al demonio y utilizarlo para ver el futuro (clarividencia).

Son muchos casos que se han logrado registrar en el mundo en donde se involucra a un espejo. Sin embargo, en esta ocasión nos enfocaremos específicamente en dos de ellos: “El Espejo Encantado de la Bruja Monia” y “El Espejo de Myrtles Plantation”, ubicados en la ciudad de Mérida, Yucatán, y Francisville, Luisiana, respectivamente.

El espejo de Myrtles Plantation tiene una historia macabra e inquietante, y aunque a ciencia cierta no se sabe el origen y el por qué de las diversas situaciones paranormales de las que fue protagonista, hay una historia interesante y que posiblemente responde las incógnitas y dio origen a la tan afamada leyenda. En la actualidad esta pieza valuada en miles de dólares se encuentra resguardada en el Museo del Ocultismo en Connecticut, EE.UU.

El espejo Encantado de Yucatán encierra misticismo en su historia y pese a que no fue ocupado para hacer daño, fue trabajado con un ritual de magia blanca, para que de esa forma pudiese ser utilizado en trabajos de brujería y ver el futuro a través de él. Es una pieza de aproximadamente 55 años de antigüedad, pertenencia de Monia, una famosa bruja que murió hace tres décadas en Yucatán, y la cual vivía en montes cercanos a la localidad de Maxcanú.

Ambos artículos tienen tintes paranormales en su historia, en una de ellos con desastres y miedo y en otro con respeto y beneficio para algunas personas.

El periodo en la cual surgieron cada uno de los artículos es sumamente lejano el uno del otro. El espejo de Myrtles Plantation llega a los Estados Unidos en 1880, mientras que el espejo de Monia se conjura en 1960 aproximadamente, es decir, existe cerca de 80 años de diferencia.

La leyenda del espejo de Myrtles Plantation surge como mencionamos líneas arriba en las dos últimas décadas del S. XIX. Fue traído de Europa en esa época para decorar el nuevo edificio que el gobierno estadounidense había levantado sobre un cementerio indígena. Era un espejo precioso, con detalles en color dorado que resaltaba y engrandecía su belleza, un espejo ideal para cualquier mansión.

En dicho recinto vivían muy pocas personas, quienes eran atendidas por un número alto de esclavos, quienes se dedicaban a cultivar las plantaciones y a satisfacer las necesidades de los patrones. Se cuenta que uno de esos esclavos, cansado por los continuos maltratos y porque quería “ascender” de puesto, decidió colocar veneno en la comida que le iba a servir a la patrona, Sara Woodrruff y sus tres hijos, uno de los tres pequeños se negó a comer ese día por lo cual se salvó de morir, su madre y sus otros dos hermanos murieron casi al instante. Al descubrirse la verdad, el esclavo fue colgado en un árbol cercano a la casa en donde murió ahorcado. Esto es lo dio inicio a las manifestaciones o al menos eso es lo que se cree.

El espejo de Yucatán en la actualidad se encuentra en exposición en el Museo Paranormal de Mérida, es una pieza de metal con un cristal empañado por naturaleza. Su primera propietaria fue Monia, una afamada hechicera que ha sido la primera y única mujer denominada como “brujo mayor” pues dominaba cerca de 25 tipos de brujería y era una referencia obligatoria en el sureste del país cuando alguna persona anhelaba integrarse a la brujería.

Fungía como una maestra para los aprendices, gente de otros estados inclusive llegaban a ella para pedirle consejos. En primera instancia se cuenta que el espejo ella lo empleaba como un objeto de uso cotidiano y tradicional, sin embargo, en un momento determinado decide utilizarlo dentro de sus múltiples trabajos que la gente acudía a solicitarle, para ello ritualiza el espejo con magia blanca y de esta forma el espejo empieza a ser utilizado a manera de las tan afamadas bolas de cristal, para ver el futuro y momentos exactos que el cliente solicitaba saber.

En cuanto a la mansión en donde se encuentra ubicada la plantación, se dice que por lo menos se han suscitado diez asesinatos y los sucesos paranormales ocurrían casi diariamente. Los huéspedes de la finca han informado de figuras que salen del espejo, así como huellas de manos de tamaño infantil impresas a veces en el cristal. La leyenda dice que son los fantasmas de los hijos de la señora Sara. Y aunque la costumbre dicta que los espejos deben ser cubiertos después de la muerte para evitar que los espíritus queden atrapados, este espejo no estuvo cubierto, por lo que la creencia asume que las almas siguen «viviendo» allí. Y estos eran los causantes de los sucesos paranormales que acontecían en el sitio. Hasta hace unos años el espejo estaba en el mismo sitio, pero fue entregado a Ed y Lorraine Warren para que ellos lo resguarden en su famoso museo.

El artefacto yucateco llegó a mis manos cuando realicé un viaje a Maxcanú. Monia murió hace varios años y con el paso del tiempo su choza fue saqueada, la mayoría de sus pertenencias fueron robadas y la que fue su casa, en la actualidad está totalmente en ruinas. Son muy pocos los artículos que yacen originalmente en su sitio. Se logró confirmar la autenticidad del espejo y la brujería, a pesar de ser blanca, fue desactivada desde hace varios años. Recientemente nos enteramos que el espejo tiene un cristal empañado porque únicamente las personas que tienen el don de realizar la brujería pueden reflejarse en él con nitidez.

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