En Quintana Roo, cada día se registran más de 20 denuncias por maltrato infantil, aunque se estima que el número real podría ser cinco veces mayor debido a los casos no reportados. En respuesta a esta problemática, los diputados locales aprobaron una reforma que prohíbe los castigos corporales como método correctivo, en un intento por salvaguardar los derechos de los niños en la región.
La abogada Julieta Arriaga Díaz, integrante de la asociación «Caritas Felices Q. Roo A.C.», aplaudió la medida pero señaló la falta de capacidad gubernamental para atender adecuadamente los casos. Afirmó que el gobierno no cuenta con los recursos necesarios para abordar ni siquiera una cuarta parte de las denuncias diarias.
La reforma aprobada en la pasada sesión del Congreso de Quintana Roo prohíbe expresamente los golpes, manotazos, cachetadas y otras formas de agresión física contra los menores, incluso si se justifican como métodos de enseñanza correctiva.
Arriaga Díaz destacó que la iniciativa es valiosa para visibilizar el problema y cambiar la cultura de los castigos corporales. Sin embargo, expresó preocupación por la falta de personal y recursos para abordar el aumento previsto en las denuncias, sugiriendo que podría haber desistimientos por presiones o amenazas de los tutores.
La implementación efectiva de la reforma se presenta como un desafío significativo, ya que la capacidad del gobierno para proteger la integridad de los menores al recibir denuncias se ve comprometida por recursos insuficientes.
Con información de Armando Galera.
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