Cajas como éstas eran utilizadas para “atrapar” espíritus malignos.
Jorge Moreno/De Peso
MÉRIDA, Yucatán.- Seguramente usted ha visto o ha ido a alguno de los tianguis o mercados sobre ruedas que se ponen en muchas colonias y fraccionamientos de Mérida o del interior del estado, en donde se vende una gran diversidad de cosas: ropa, juguetes, comida, enseres domésticos, artículos electrónicos, etc., tanto nuevos como de medio uso.
¿Pero se ha puesto a pensar alguna vez el origen de los artículos de medio uso? A primera vista se podría pensar que los dueños lo venden porque ya no lo usan, pero hay casos en donde los objetos guardan historias paranormales.
Todo esto viene a colación porque hace tres años un persona que vende en un tianguis ubicado en la colonia Esperanza (Mérida) me dijo que conoció a un señor que tenía en su poder una caja de madera de ceiba que afirmaba contenía en su interior el espíritu de la Xtabay, el cual su abuelo había atrapado décadas atrás.
Evidentemente la historia resultaba algo inverosímil, porque si ya de por sí es muy difícil poder contactar o ver a la Xtabay, más complicado resultaría “atrapar” su espíritu y peor aún meterlo en una simple caja.
Sin embargo, he aprendido en mi labor como investigador paranormal que no podemos emitir juicios así como así y hasta para desmentir algo se tiene que hacer una investigación a fondo para sustentarlo.
La anécdota quedó ahí, pues no había forma de contactar al dueño de esa caja. Pero varios meses después, salió en el cine la película “La posesión”, inspirada en un caso real, en cuya trama se habla de una caja que contenía atrapado a un “Dybbuk” (espíritu maligno, según la tradición judía) y cuya dueña era una señora de origen judío que escapó de un campo de concentración nazi y se fue a España (en donde obtuvo la caja) y poco después se mudó a EE.UU., en donde falleció.
Pero antes de morir le dijo a sus nietos que la enterraran con una rara caja de vinos, la cual nunca dejaba que nadie abriera; no le hicieron caso y la caja la venden en una “venta de garaje”, y es adquirida por una familia que se la regala a su pequeña hija, quien a partir de que la abre empieza a sufrir una serie de calamidades, pues se había liberado al espíritu maligno.
Este caso fue inspirado en un hecho real, pero en realidad fue un anticuario de EE.UU. quien compró esa caja para restaurarla y regalársela a su madre en su cumpleaños, pero su empleada empezó a sufrir las consecuencias malignas.
Tras ver la película recordé lo que me dijo el señor con relación a la “caja con el espíritu de la Xtabay” y tras investigar a fondo ya no se me hizo tan inverosímil la historia, aunque a decir verdad más que el espíritu de la Xtabay, podría tratarse de otro espíritu que pudiera ser “encarcelado” o “encantado” para permanecer en una caja u objeto preparado para ello.
En el folclore judío, un dybbuk es un espíritu maligno capaz de poseer otras criaturas, y se cree que es el alma en pena de un muerto. Se dice que los dybbuks escaparon del “Gehena”, término hebreo traducido algunas veces como «infierno», o que fueron expulsados de éste por cometer ciertos pecados como el suicidio.
Cabe mencionar que varios meses después encontré en una casa de antigüedades una caja que al parecer había servido para atrapar a un espíritu en la Ciudad de México y decían que no se debía abrir porque estaba embrujado; sin embargo, al mostrársela a varios expertos en el tema me dijeron que luego que se atrapa un “dybbuk”, éste sólo se desvanece y se va, haciendo la caja inofensiva. Esta caja la exhibimos actualmente en el Museo Paranormal.
