Redacción/De Peso
CANCÚN, Q. Roo.- Automovilistas que circulaban sobre la avenida Carabanchel de la supermanzana 106, sintieron que se les caían los ‘choninos’ cuando a un costado del camino, vieron el cuerpo de un hombre tirado boca abajo, el cual no respondía a ningún estímulo.
Ayer a las 7:00 de la mañana, cuando elementos de la policía municipal se disponían a entregar las unidades para irse a descansar, recibieron una llamada en la que solicitaban su presencia en la avenida antes mencionada, en las inmediaciones del deportivo Viany se encontraba un hombre sin vida.
En clave ‘ojala que sea falso el reporte’ elementos de la Policía llegaron al sitio y tras varias vueltas por el rumbo rogándole a Dios no encontrar nada, sus peores temores se hicieron realidad cuando se toparon con un hombre de aproximadamente 18 años, que vestía pantalón azul de mezclilla el cual estaba bajado hasta los muslos, y playera verde olivo, el cual se encontraba descalzo.
De inmediato procedieron a verificar si contaba con signos vitales con la sofisticada técnica del ‘puntapíe’, pero como no respondió, le pasaron el ‘pitazo’ a los paramédicos de la Cruz Roja, quienes que nomás confirmaron que el masculino ya se encontraba saludando de beso, abrazo y apapacho a San Pedro.
Así que fueron convocados los elementos de la Policía ministerial en compañía de peritos criminalistas, quienes llegaron hasta terminar con el cafecito y la charla matutina, para tomar fotografías y trasladar el cadáver en calidad desconocido a la morgue del Sevicio Médico Forense.
Cabe mencionar que el muertito presentaba visibles huellas de tortura, tenía un surco en el cuello que indica un posible estrangulamiento, ambas muñecas tenían indicios de que en algún momento el sujeto estuvo maniatado, aunque serán las autoridades ministeriales quienes tendrán la difícil tarea de investigar a fondo este lamentable homicidio, debido a que en el sitio nadie refirió información alguna que ayudara a ubicar a los asesinos.
Se espera que en las próximas horas acudan ante las autoridades, familiares o conocidos para identificar los restos mortales.
