Orville Peralta / De Peso
CANCÚN, Q. Roo .- Antonio Cárdenas Valencia, de 49 años, acabó aporreado a un costado de la avenida Huayacán, en la supermanzana 311, ayer a las 9:10 de la mañana, hora en la que le tocó bailar con la más fea al estar en el lugar y momento menos indicado en su motocarro, pues un automovilista cegatón lo chocó.
Un paisano, cuyos generales no quiso revelar porque sabía que la cajeteó gacho, manejaba como alma que lleva el diablo su Ford Figo blanco, engomado UUH-981-C, sobre la mencionada arteria.
El tipejo manejaba tragando rebanadas de aire y al llegar a la entrada del complejo Residencial Isla Azul no se dio tinta que tenía muy, pero muy de cerca un motocarro Jinlun, sin placas, manejado por don Toño, quien llevaba a otro cuate, cuando el de la nave le zampó su llegue. Tony nomás alcanzó a cerrar los ojos y cuando los abrió ya estaba viendo el cielo, tras caer de espaldas planas al igual que su compa.
Como los del motocarro se llevaron un rico fregadazo, necesitaron la manita sanadora de los ‘rojitos’, que llegaron al quite y de boleto los recogieron con pala y toda la onda para trasladarlos en ‘chillona’ a la clínica PlayaMed.
Al lugar llegaron los ‘tamarindos’ para hacerse cargo del incidente y remolcar las naves directo y sin escalas al ‘corralejo’.
