Luis Hernández / De Peso
CANCÚN, Q. Roo.- Sin poder sopear quién o porqué le dieron plomo, continúa el vato que la noche del miércoles ingresó al Hospital General con par de hoyos, uno en el hombro y otro en la cara.
Ayer los médicos del ‘HospiGen’ le hicieron un ‘lavado mecánico’ a Eduardo López Reyes, de 27 años, luego de que un pelafustán con camiseta negra y pantalón de mezclilla le sorrajó dos plomazos afuera de su chante en la supermanzana 227.
Los ‘ministeriosos’ no descartaron que este hecho se deba a un ajuste de cuentas, pues todo está así medio truculento por la zona y porque, según las lenguas viperinas, ese chamaco tiene algunas malas mañas tipo polvos blancos y yerbas.
En el lugar de los hechos, los vecinos soltaron la sopa y comentaron que a las 10:30 de la noche, un solitario pistolero llegó hasta el lugar donde estaba Lalo y ¡moles!, sin decir nada le soltó dos balazos, que le dieron en la mejilla y el hombro derecho.
Esto provocó que Lalo gritara a todo pulmón tres veces ‘ayuda doñita’, a su vecina mientras caminaba hacia ella, pero se desvaneció a los pocos pasos, hasta que llegó el ‘kilo’ de pitufos y paramédicos, para llevarlo al ‘HospiGen’, donde hasta ayer por la noche seguía delicado y sin poder hablar.
