Vidas Ejemplares: los asesinatos de un viajero

InicioEspecialesVidas Ejemplares: los asesinatos de un viajero

José Luis Durán King/De Peso
MÉRIDA, Yucatán.- La mañana del 13 de octubre de 1987, Michael Lee Lockhart despertó en la habitación de un motel de Indiana. En una entrevista posterior declararía que estaba deprimido: “Mi primer pensamiento fue que era un día perfecto para morir. Tuve pensamientos suicidas. Pero si iba a morir, también tenía que matar a alguien”.

Lockhart era un vagabundo desde el 11 de octubre de 1984, cuando decidió lanzar por la borda a su esposa Janet y su trabajo como chofer de tráiler para dedicarse a deambular por varios estados de la Unión Americana.

El 13 de octubre referido, Lockhart eligió una casa, tocó el timbre y convenció a Windy Gallagher, de 16 años, de que le permitiera entrar para hacer una llamada urgente.

Horas más tarde, Christine, hermana de Windy, llegó a casa después de un día de mucho trabajo. Le extrañó que la adolescente no saliera a saludarla, como generalmente sucedía, por lo que fue a la habitación de Windy para averiguar qué ocurría.

El cuerpo de la chica yacía en la cama, parcialmente desnudo, con las manos atadas. Windy había sido brutalmente desviscerada mediante 21 puñaladas.

La policía especuló que el robo fue el móvil del asesinato, pues faltaba el monedero de la joven.

Los agentes recabaron una huella dactilar de la escena del crimen, con la esperanza de que pronto tuvieran la oportunidad de cotejarla.

Semanas después, en la ciudad de Chicago, Illinois, una mujer fue despojada a punta de navaja de su bolso de mano por un hombre. Además del susto, la víctima no sufrió lesiones y horas más tarde la policía le entregó su bolsa de mano.

Al revisar su pertenencia, la mujer confirmó que su dinero había sido robado y que nada más le faltaba. Al contrario, algo sobraba: un pequeño monedero. La víctima decidió regresar a la estación de policía, reportar esa peculiaridad y devolver el accesorio.

El monedero perteneció a Windy Gallagher, la menor asesinada en el estado de Indiana. La mujer no lo sabía pero había estado frente a un asesino serial que se movía de estado a estado, ganándose la vida robando y matando mujeres.

Lockhart fue detenido en la ciudad de Baton Rouge, Louisiana, el 22 de marzo de 1988, donde había robado un banco. El patrullero Paul Hulsey Jr. siguió un auto Corvette con placas sobrepuestas hasta un estacionamiento. Ordenó al conductor que descendiera de la unidad.

Lockhart fue más rápido y asesinó de dos balazos al policía. El uniformado había reportado por la radio de su patrulla la persecución que realizaba. Lockhart contrató un taxi para que lo llevara a una estación de autobuses, donde abordaría una unidad que lo condujera a Houston. No llegó muy lejos. Fue aprehendido por la policía en el trayecto a la estación.

Las autoridades no tardaron en vincular a Lockhart con varios delitos, entre los que figuraban asaltos, consumo de drogas y homicidios, entre ellos el de Jennifer Colhouer, de 14 años, cuyo cuerpo desnudo, con las manos atadas y desviscerado fue descubierto por Jeremy, de ocho años, hermano de la víctima.

Lockhart también fue relacionado con el asesinato de Kathy Hobbs, de 16 años, de Las Vegas, Nevada. El cadáver de la adolescente fue encontrado nueve días después de su desaparición. Kathy murió con la cabeza destrozada provocada por la agresión de un objeto contundente, en este caso, una enorme piedra.

Michael Lee Lockhart fue condenado a muerte en tres estados: Florida, Indiana y Texas, donde finalmente fue ejecutado por inyección letal.

Antes de morir un periodista preguntó a Lockhart por qué había asesinado. El condenado respondió: “No voy a sentarme aquí y culpar a mi terrible infancia de los asesinatos que cometí. Sigo siendo responsable de mis acciones”.

Síguenos en

Síguenos en nuestro canal

- Publicidad -

LO MÁS LEÍDO

El ‘Héroe’ de la chocadera

El ‘Héroe’ de la chocadera

El pestañazo del conductor de una camioneta dejó como saldo tres vehículos dañados, incluyendo el del causante, en el fraccionamiento Los Héroes.