Cada color de la imagen de la Santa muerte tiene un significado.
Jorge Moreno/De Peso
MÉRIDA, Yucatán.- La semana pasada me reportaron que en la puerta del domicilio de un conocido político de Tizimín encontraron una imagen de la “Santa muerte”, lo que causó temor y revuelo, ya que hay quienes piensan que sus enemigos o rivales de la “polaca” se lo pusieron para que le vaya mal.
Sin embargo, esta escultura no es sinónimo de maldad; hoy, a petición de muchos lectores hablaremos sobre algunos mitos y realidades de esta imagen tan temida como venerada.
Los días dos de noviembre de cada año, cientos de yucatecos forman parte de una celebración especial, y no me refiero al tradicional Hanal Pixán, sino al día en que se conmemora o celebra el cumpleaños de la “Santa muerte”.
En Yucatán, un número considerable de personas adoran o profesan a la “Santa muerte”, una religión que hoy en día tiene decenas de miles de adeptos en todo el país; los seguidores afirman que cada color de la Santa muerte tiene un significado:
- La de color azul ayudará a las personas en el plano profesional
- La de color dorado es para lograr el poder económico, el éxito en cualquier negocio y la atracción del dinero.
- La de color amarillo ayuda en la solución rápida de problemas menores, mientras que la verde es para problemas relacionados con las leyes y la justicia.
- La de color ámbar o transparente es ideal para ser colocada en centros de rehabilitación u hospitales que ayuden a gente con problemas de drogadicción o alcoholismo.
- La de color café son ideales para salir adelante de cualquier problema que se nos presenta en la vida
- La de color negro simboliza la protección total
- La de color morado es para despertar o reforzar tus cualidades psíquicas.
En cuanto a las ofrendas oficiales, los adeptos siempre ponen pan en los altares y tratan de que nunca falte, ya que simboliza que jamás padecerá falta de comida; el agua también se pone en las ofrendas, en vasos de vidrio limpio y cada vez que se vea sucia se debe cambiar.
También se colocan frutas, inciensos, flores, puros o cigarros y vino.
Hecho real
En el pasaje Emilio Seijo del Centro de la ciudad de Mérida ocurría un hecho curioso hace varios años: Una tienda que se ubica en esa calle, puso para su venta una escultura de la santa muerte de casi 2 metros de estatura en su puerta; mucha gente pasaba y la veía sorprendida, quizás por el tamaño o quizás por el impacto de ver un escultura de la muerte.
De pronto, la gente que era adoradora de la santa muerte y que pasaba por ese callejón empezó a dejarle ofrendas (dinero, cigarros, joyas, etc) y los dueños no sabían qué hacer, pues a pesar de que decían a la gente que no deje nada ya que estaba ahí no como altar sino para su venta, esta no hacía caso y hasta se detenían a hacer pequeñas oraciones ahí.
Un empleado que no creía en esto, se le hizo fácil “robarse” el dinero que dejaba ahí la gente, primero agarraba para su camión, luego para su almuerzo y en menos de 15 días (según me comentó él mismo y otros empleados) agarraba al menos 100 pesos al día a pesar de las advertencias de que le podía hacer algo la santa muerte:
“Yo no creía en eso, por eso agarraba el dinero y a los jefes no les importaba, aunque ellos tampoco agarraban el dinero, quizás por superstición, el caso que poco después tuve un accidente, choqué con un camión y me fracturé la pierna, tengo Seguro Social pero mi volcho no tiene seguro y fue pérdida total, desde eso ya no agarro ningún dinero, por si las dudas ya respeto mas a la santa muerte”.
Otro empleado comenta que cuando veía que su compañero agarraba dinero el igual lo empezó a hacer pero al tercer día le robaron su cartera:
“Creo que fue por la santa muerte, cuando me robaron la cartera al día siguiente devolví lo que había agarrado del altar en esos 3 días (poco más de 100 pesos) pues creo que me podía pasar algo peor”, finalizó.
En Yucatán con cierta frecuencia sale en los medios de comunicación los casos de los “arrepentidos”, es decir gente que por alguna razón deja de creer en la santa muerte y como no pueden tirar o romper las esculturas, ya se les hizo costumbre o dejarlas abandonadas en los interiores de las iglesias o bien en los parques principales frente a los palacios municipales.
Por otra parte se le recuerda a todas las personas que participaron en la promoción de los “amuletos astrales” que ya pueden a pasar a buscarlos al Museo Paranormal (calle 63 B número 230 entre 8 y 10 de la colonia Cortés Sarmiento), para mayores informes o nuevos encargos al mismo precio de 2 x 1 puede mandar mensaje al número (999) 1851703.
