La imagen de la Virgen de los Dolores ha llorado varias veces, afirman los feligreses.
Jorge Moreno/De Peso
MÉRIDA, Yucatán.- En días pasados me llegó el reporte de un vecino del municipio de Santa Elena (población ubicada al sur del estado) que afirma que su hermana fue al cementerio local a llevar flores a su abuela y de pronto vio una silueta humana, pero con el rostro de la Virgen de los Dolores, que estaba llorando junto a una de las tumbas.
Afirma que ella se acercó a ese misterioso “ser” y al voltear fue cuando pudo constatar que su rostro es idéntico a la virgen que se encuentra en la iglesia de esa población, y de pronto “habló” y le dijo que lloraba por todos los problemas que rodean a la humanidad y específicamente en Santa Elena.
Este es el primer suceso de este tipo que me toca investigar (una presunta imagen religiosa que da un mensaje); sin embargo, revisando en mis archivos me di cuenta que hace cinco años, justo en esa población hubo un suceso relacionado con esa misma imagen religiosa.
Se trata de la imagen de la Virgen de los Dolores, ubicada en la iglesia de San Mateo en la villa de Santa Elena. Los feligreses reportaban que lloraba, pues habían visto lágrimas en sus mejillas; en aquel entonces viaje al menos tres veces a este sitio para averiguar a fondo lo que en realidad sucedía.
En mi primer viaje entrevisté a varias personas, así como al sacristán de la iglesia y afirman que es verdad todo lo que se había dicho con relación a las lágrimas.
Todo inició a principios de enero de 2012, cuando la señora Mildred Collí Chablé, de pronto observó que la imagen de la Virgen vertía gotas de lágrimas, ya que mientras hacían el rosario al Santo Cristo del Amor se percató que los ojos de la Virgen estaban muy rojos y lucían diferente y, tras observarla fijamente, se dio cuenta cómo brilló una lágrima al salir de los ojos de la efigie sagrada.
Quizás con incredulidad ante lo que sus ojos veían, doña Mildred se acercó y tocó con su dedo el ojo derecho de la Virgen y éste se humedeció, confirmando que lo que había visto era real y no una ilusión óptica.
“Creo que es un milagro; entendí con esto que la virgen esta pidiendo que nosotros y la población le demostremos nuestro amor y devoción”, dijo.
A partir de este suceso, cientos de personas acudieron a la iglesia de San Mateo para constatar el suceso, unos por devoción y otros sólo por curiosidad; más aún, a los pocos días se reportó de nuevo que la Virgen había llorado.
Cuando acudí de nuevo (dos semanas después de la primera visita), todavía un día antes ésta había llorado de nuevo, según nos platicó un policía municipal.
En la inspección ocular que pudimos hacer alcanzamos a notar que la mejilla derecha de la imagen tiene huellas de este suceso, ya que se observa como si tuviera rastros de una mancha transparente de aceite.
Según nos comentó, han acudido personas de poblaciones cercanas como Muna, Ticul, Oxkutzcab, Dzan y Sacalum a ver este suceso, pero está enterado de que también han llegado camiones y excursiones de Mérida,
Chetumal, Cancún, Calkiní y hasta de Villahermosa, Tabasco. En febrero hubo nuevos reportes de al menos dos ocasiones más en que la Virgen lloró, lo que generó más visitas a este lugar y más dudas con relación a saber los motivos por los cuales ésta llora.
Ahora, con los nuevos sucesos ocurridos en el panteón, la próxima semana acudiré de nuevo a Santa Elena para averiguar más al respecto, ya les estaré informando.
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