Jorge Uc / De Peso
CHETUMAL, Q. Roo.- Choque hemorrágico secundario a herida por proyectil de arma de fuego penetrante en el tórax fue la causa de muerte de quien en vida respondía al nombre de Salvador Eduardo Campos Castillo, de 24 años, quien fue asesinado de un certero plomazo la noche del martes en la localidad de Calderitas; según las malas lenguas, las primeras líneas de investigación apuntan a que se trató de un crimen pasional.
De acuerdo con la necropsia practicada al cadáver de Salvador, este presentó herida por proyectil de arma de fuego calibre .22 en la región escapular derecha (o sea en el omóplato), el cual penetró el tórax y perforó el pulmón derecho, por lo que al llenarse de sangre dicha cavidad (hemotórax) murió al instante.
Paramédicos de la Unidad de Respuesta a Emergencias Médicas (UREM) acudieron para brindar asistencia prehospitalaria al lesionado, pero sus esfuerzos fueron en vano pues al llevarlo en código rojo al Hospital Naval perdió la batalla, justo a las 10:10 de la noche del martes.
El occiso fue identificado como Salvador Eduardo Campos Castillo, de 24 años; de acuerdo con datos proporcionados por su madre A.C.C.G, agregó que su hijo no estudiaba ni trabajaba y era adicto a las drogas. Tenía un año de vivir con su papá, quien es agente de Tránsito en el fraccionamiento Centenario.
La noche del martes tuvo conocimiento de que acudió a Calderitas a visitar a un maestro, del cual se reservó su identificación por secrecía de las indagatorias, y posteriormente le informaron que fue lesionado con arma de fuego.
De igual forma trascendió que la Policía Ministerial investiga un posible crimen pasional, aunque se indagó entre la población de Calderitas que el presunto responsable del homicidio es el sobrino del maestro, quien reaccionó así al saber que el occiso extorsionaba a su tío, y aunque se rumoró que fue detenido, de manera oficial no se confirmó dicha información.
