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LOS ÁNGELES, EU.- Hay mucha gente que repite como mantra que el dinero no te compra la felicidad, pero la verdad es que no ves a los ricos y famosos mucho más tristes que cualquier otro mortal, y sus vidas realmente son impresionantes.
Miren a Catherine Zeta-Jones, que solucionó sus problemas maritales con Michael Douglas y ahora disfrutan sus días en familia con sus hijos Dylan y Carys, de 16 y 13.
Y no se ve que sufran exactamente por su fortuna combinada de 245 millones de dólares.
Para tener algo de perspectiva, te puedes comprar una isla en Key Largo, Florida por 20 millones. ¡Una isla entera!
En las pasadas décadas, la pareja ha mantenido un perfil más bien bajo.
Sólo en sus maletas Louis Vuitton y vestidos de diario que costaban más que nuestras casas podíamos tener un atisbo de la realidad de su fabulosa vida, pero ahora, gracias a Instagram, Catherine Zeta-Jones nos ha abierto las puertas de su casa.
Bueno, algunas de sus casas.
La pareja tiene cinco en diferentes partes del mundo, pero pasan la mayoría del tiempo entre un apartamento con vista al Central Park en Nueva York y una residencia en la misma ciudad, que cuenta con ocho dormitorios, trece baños y establos, donde además tienen vecinos ilustres como Richard Gere y Martha Stewart.
Adentro se pueden apreciar en su mesa cubiertos de oro diseñados por Billy Cotton y una cama china vendida por Sotheby en más de tres millones de dólares.
Family get together brunch at home. Tony, ‘genius man of flowers’ I love you. #StyleByZeta
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El resto de sus casas son una cabaña de lujo en Canadá, una cómoda casa en Bermuda que fue el regalo de matrimonio de Michael para Catherine, y una impresionante casa en Mallorca de 102 hectáreas, aunque esta última lleva en venta desde el 2015 (¿No te gustaría comprarla?).
Zeta-Jones es una verdadera fanática del arte y varias de las piezas en sus casas valen más de 10 millones de dólares.
La actriz también es fanática de las flores y se asegura de que su casa esté llena de colores y olores frescos. Tiene varios jardines de los que se encarga como pasatiempo, pero ordena a diario cuando no tiene tiempo de cortar sus propios ramos y no estamos hablando de uno o dos ramos, sino suficientes flores para cada cuarto, baño y sala.
Por supuesto además de jardineros para mantener sus amadas flores, tiene al menos dos cocineros siempre a su disposición. Admite fácilmente que no sabe cocinar “ni siquiera nuggets de pollo”.
¿Y se necesita hablar sobre su ropa? Filmó un video de su “closet”: Un verdadero laberinto de pasillos con cientos de piezas de miles de dólares. Es imposible calcular el valor total siquiera de su colección de carteras.
A zip through my closet! #StyleByZeta
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