Redacción / De Peso
SINALOA.- Jesús Malverde existió, era un hombre que se dedicaba a asaltar caminos en Sinaloa, su nombre real era Jesús Juárez Mazo y nació el 24 de diciembre de 1870, al morir el hombre comenzó a ser venerado hasta que muchos le dieron el titulo de Santo.
Para el crimen organizado, encomendarse a él, significa que los peligros no los alcancen, presuntamente ‘las balas no pueden darte porque el patrono cuida tu cuerpo y tu alma’, aseguran.
La iglesia católica no lo considera santo pero el culto de muchos narcotraficantes que le atribuyen poderes milagrosos hizo que le hicieran capillas, la primer construida fue en Culiacán.
Ulises es una mafioso que lo venera le ha dejado en su capilla grandes regalos entre ellos diamantes, oro y plata, su devoción es grande pues cuenta que una redada una bala lo alcanzó pero su medalla de Malverde evitó que la bala penetrara su carne.
Malverde tenia la fama de robar a la gente rica para repartir el dinero entre los pobres de Culiacán o el pueblo donde se encontrara.
El santo de los narcos tiene muchas historias y una de ellas cuentan que en el año 70 el capo Julio Escalante mandó a matar a su hijo por haber hecho operaciones a sus espaldas, fue baleado y tirado al rio, el hombre pidió en suplicas a Malverde que lo salvara de la muerte y entonces fue rescatado por un pescador.
Desde ese momento otros narco traficantes comenzaron a pedirle milagros a Malverde entre ellos el famoso Rafael Caro Quintero, también Ernesto Fonseca, Edgar Tellez, Cesar Ortiz y el Señor de los Cielos (Amado Carrillo).
Dicen que la grandeza de los capos fue otorgada por este ‘Santo’ como recompensa a la devoción que le dan.
