Irelis Leal / De Peso
PLAYA DEL CARMEN, Q. Roo.- La tranquilidad del fraccionamiento Villa Maya, localizado al final de la avenida Universidades, se rompió ayer poco después de la medianoche, cuando el sonido de un arma de fuego anunció que la Catrina estaba cerca, y en efecto, pues en un área de jardín se encontraba tirado un sujeto que había sido alcanzado por los disparos, el cual horas después fue recibido por San Pedro.
De acuerdo con datos proporcionadas por vecinos del lugar, cerca de las 12:15 de la madrugada se escucharon ocho detonaciones de arma de fuego, lo que los hizo salir de sus jacales para ver de qué se trataba, encontrando un joven vestido con pantalón de mezclilla, camisa a cuadros roja y que portaba en la muñeca derecha dos brazaletes de antros, estaba tirado boca arriba sobre el pasto sangrando abundantemente y pálido, casi blanco.
Elementos de seguridad privada del lugar se comunicaron al número de emergencias 911 y chismearon que desde un vehículo color gris o arena, matrícula EMM-94-75, se realizaron los disparos que dejaron a una persona malherida.
De inmediato agentes de la Policía Municipal Preventiva se lanzaron al sitio, donde encontraron a Jorge ‘N’, quien era auxiliado por otro hombre que a gritos le decía: “¡Respira Jorge, ya viene la ambulancia, aguanta!”.
Los uniformados montaron un operativo de búsqueda y apañe en las inmediaciones, pero a pesar de que detuvieron a dos vehículos sospechosos, ninguno resultó ser en el que huyeron los matones.
La ‘chillona’ de la 911 arribó de volada, sus paramédicos estabilizaron al chavo, el cual entró en paro en dos ocasiones, una ya en la ambulancia y otra en el hospital del IMSS número 18, donde se aferró a la vida durante dos horas y media, pero debido a la gravedad de sus lesiones finalmente expiró a las 2:30 de la madrugada.
Los ‘ministeriosos’ presumen que el occiso se encontraba en dicha zona hablando por teléfono con alguien, los sicarios al notar que salió de su domicilio se acercaron y al tenerlo de frente descargaron una pistola -al parecer calibre 9 milímetros- contra él, para luego escapar a toda prisa.
Como en dicha área existe una cerca metálica hay dos versiones de la huída del sicario, una dice que el pistolero saltó el enverjado, cruzó la calle y abordó el vehículo; la segunda indica que desde el interior del auto se realizaron los disparos.
