Tras los recientes ataques en la comunidad de El Gallito, ubicada en la zona limítrofe con Campeche, la Secretaría de Seguridad Ciudadana, en coordinación con la Guardia Nacional, la Marina y el Ejército, instalaron una base de operaciones en el área. Sin embargo, los habitantes rechazaron su presencia, acusándolos de colaborar con uno de los grupos criminales que están causando desmanes en la zona.
Según los residentes de El Gallito, no confían en los uniformados, pues sospechan que están involucrados con un grupo criminal que ha generado violencia y terror en la población durante años. La comunidad ha sido víctima de ataques en dos ocasiones: en el primer incidente, se incendiaron vehículos, se disparó contra 11 casas, se asesinó a un hombre y se privó de la libertad a otros. Durante el segundo ataque, otra persona fue asesinada, y su cuerpo fue abandonado en la entrada del poblado; además, se disparó contra varias viviendas.
Al mediodía, un grupo de habitantes se manifestó frente a la partida policíaca en Otilio Montaño, rehabilitada para evitar nuevos enfrentamientos. Con gritos y pancartas, exigieron la retirada de los militares, expresando su desconfianza hacia ellos. Según los manifestantes, los militares fueron enviados para proteger a una célula delictiva que ha mantenido atemorizada a la población durante años.
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