Enrique Castro / De Peso
CANCÚN, Q. Roo .- Tres personas lesionadas, dos de gravedad, y una damita madrificada fue el saldo de un espectacular ‘maderazo’ entre dos autobuses del servicio público que se dieron con ‘tocho morocho’, ayer a las 5:30 de la mañana en el cruce de las avenidas López Portillo y Nichupté, supermanzana 104.
Tal vez el ‘chipi, chipi’ o la nenorra que lo acompañaba, fueron los factores para que el conductor del autobús International blanco, placas 98-RA-IM, número 260, de la empresa Valle Rivera Maya -del que no se dieron datos- no viera la luz roja del semáforo frente a sus narices y se lo volara, mientras circulaba sobre la López Portillo, en dirección al centro.
En ese momento, Constantino Noh Noh, de 48 años, maniobraba el microbús Chevrolet blanco, láminas 795-623-T, económico 180, ruta 510, de la empresa Maya Caribe, sobre la Nichupté, y con la luz verde del semáforo atravesaba la López Portillo para incorporarse cuando fue embestido por el otro conductor.
Tras el brutal encontronazo, ambas unidades siguieron avanzando y se proyectaron contra el camellón central el cual brincaron e invadieron el carril contrario, donde por fortuna ningún vehículo circulaba en ese momento y detuvieron su loca carrera.
“¡Noh, Noh!”, decía Constantino, chofer del Maya Caribe, al ser rescatado por los vulcanos y paramédicos, al quedar prensado entre los fierros retorcidos, muy malherido con fractura de fémur en ambas piernas, rótula y tobillo derecho con el hueso expuesto, así como traumatismo craneoencefálico moderado.
Del otro ‘chafa chofi’ -del camión de personal-, su caso fue menos ‘caón’, pero acabó también prensado dentro del ‘bus’ con fractura de tobillo y traumatismo craneoencefálico moderado; su acompañante, María Patricia Poot Moo, solo acabó bien ‘polimadrificada’, pero todos fueron trasladados en ‘tinga’ loca a la clínica PlayaMed, en lo que el perito de ‘trancholandia’ remolcaba ambos ‘buses’ al temido y negro hueco del corralón, para que ahí se lleve a cabo el deslinde del ‘mameyazo’.
