R.D. / De Peso
CANCÚN, Q. Roo.- Todo un enigma resultó el hallazgo de un paisano muerto en una cuartería ubicada sobre la calle 113 de la supermanzana 237, hasta donde se dejaron caer ‘azulejos’ de la Municipal, paramédicos de la Cruz Roja y los infaltables ‘levantamuertos’ de Servicios Periciales.
Cuando empezaban a cantar los gallos y las nenas del 911 creían que podrían retirarse a sus ‘chantes’, al igual que los ‘polis’, se la ‘peluquearon’ ya que a las 5:45 de la madrugada entró el reporte de una mujer asesinada a golpes en el mencionado lugar.
En breve se apersonaron en el sitio, al igual que los ‘curitos’, quienes se dieron tinta de que se trataba de una persona del sexo masculino de aproximadamente 25 años, y no de una mujer como habían dicho, el cual ya había dejado este mundo cruel para saludar de beso y abrazo a San Pedro.
Por ello fueron notificados los de Servicios Periciales, que comenzaron a hacer su ‘pancho’ y tomaron el ‘kilo’ de fotos, así como medidas y más medidas, para que al final cumplieran lo que en realidad es su chamba: levantar el cadáver para trasladarlo al Servicio Médico Forense (Semefo).
Según el chisme, el cuerpo no presentaba huellas de violencia, pero tampoco parecía un suicidio ya que se encontraba sobre su cama en el interior de uno de los cuartos; lo único que se sabe es que discutió con unas personas durante la noche, pero será la autopsia la que determine qué fue lo que realmente le sucedió a este hombre, que permanece como desconocido en una fría gaveta de la morgue.
