Enrique Castro / De Peso
CANCÚN, Q. Roo.- Un paisano fue ejecutado en el interior de su chante ayer en el fraccionamiento Villas del Mar, supermanzana 248, a las 2:40 de la tarde, cuando un par de gatilleros llegó hasta la puerta de su casa para mandarlo al otro barrio; autoridades de todos colores y sabores se apersonaron, pero de los responsables ni maíz paloma.
Vecinos de la zona pelaron los ‘oclayos’ y se tiraron al suelo cuando escucharon como cinco balazos, luego vieron salir del jacal del occiso, a dos tipos con cara de pocos amigos, uno delgado como un espagueti, el cual vestía playera negra y short azul, el otro también delgado, pero sin playera, ambos abordaron una moto Vento negra pa’ desaparecer de la escena con rumbo desconocido.
En menos de lo que canta un gallo llegaron los ‘cuicos’ de la Municipal y de boleto acordonaron el área, para esperar a que llegaran los ‘ministeriosos’.
Paramédicos de la Cruz Roja se asomaron por el lugar, pero cuando llegaron solo les tocó dar la mala noticia, pues el sujeto ya no contaba con signos vitales.
Los agentes ministeriales se entrevistaron con M.D.M.Q., de 38 años, quien dijo que el occiso era su hijo y en vida respondía al nombre de Filiberto ‘G’, de 18 años, originario de Huimanguillo, Tabasco.
Rápidamente se implementó un operativo de búsqueda y apañe de los responsables, pero ni por haber revisado hasta por debajo de las piedras lograron dar con los gatilleros.
Más tarde, agentes del Ministerio Público se encargaron de ordenar el levantamiento del cuerpo, el cual fue enviado al Servicio Médico Forense para la necropsia de rigor.
