Orville Peralta / De Peso
CANCÚN, Q. Roo.- ¡‘Deos meo’!, gritaron chismositos de la supermanzana 76 ayer a las 3:00 de la tarde, cuando escucharon una espantosa colisión entre un auto de lujo y uno de los que todos tienen, al menos en la cabeza, sobre la avenida Revolución (Ruta 7), más aun cuando una de las naves entró hasta el Dunosusa llevándose entre las ruedas al menos a seis clientes, entre ellos dos menores.
El aparatoso animalazo fue gracias a que desconocido ‘as… no’ al volante a bordo de un Volkswagen Jetta gris, placas de Yucatán ZAP-51-08, olvidó hacer su alto en la calle 43 con avenida Revolución, donde ocurrió el impacto.
El desconocido tipo, por querer ganarle el paso al Challenger naranja, sin placas, de Alejandro Sologuren Bojórquez, de 33 años (que circulaba de poniente a oriente), por más que metió el freno solo alcanzó a apretar el mastique y gritarles a sus acompañantes ¡agárrense!, pues para ese entonces el inminente ‘mameyazo’ era un hecho.
Del impacto, el auto naranja giró como trompo chillador en la zona hasta quedar con el cofre bien dado al catre; sin embargo, el carro gris se siguió de largo derechito a la entrada del establecimiento.
El ‘caón’ se subió por completo sin decirles agua va a varios de los clientes del local, quienes alcanzaron a lanzarse como los luchadores de la Triple A de pechito al suelo, y otros nomás soltaron el grito al ser embestidos hasta quedar dados en la ‘malle’ en el piso del changarro.
Fueron seis personas lesionadas en total: tres mujeres (una de ellas con fractura en la pierna), dos menores y un hombre, quien estrelló la cara al momento del impacto.
‘Curitos’ de los Ángeles Verdes fueron los primeros en llegar al lugar para inmediatamente prestar los primeros auxilios a los bebitos, así como a las ‘ñoras’ que estaban temblando como gelatina por el susto.
Paramédicos de Jet Medical se encargaron de asistir a uno de los lesionados (el que se golpeó la cara), mientras que todos los demás fueron trasladados a la clínica PlayaMed para su valoración.
‘Tiras’ municipales de volón pin pon se encargaron de acordonar el área, pues el ‘kilo’ de chismosos no perdía tiempo en sacar la foto pa’l ‘feis’, mientras el responsable ‘hijuesú’ aprovechó la confusión para emprender la graciosa huida.
Agentes de Tránsito se encargaron en todo momento de tomar conocimiento de los hechos y más tarde pedir una grúa para enviar las naves a lo más profundo del corralón.
