Orville Peralta / De Peso
CANCÚN, Q. Roo.- Las lenguas del Kisín lamieron de un lado a otro un titipuchal de llantas en el antiguo basurero ubicado sobre el Arco Vial, ayer a las 2:00 de la madrugada; a unos inconscientes se les hizo fácil quemar el monumental y clandestino montículo de neumáticos como si se tratara de un juego.
Uniformados de la ‘tira’ fueron los primeritos en parar oreja de lo que estaba pasando 500 metros adentro del antiguo basurero, luego de que una extensa humareda llamó su atención cuando daban sus ‘roles’ de canela por el Arco Vial.
A distancia se extendía una cortina de humo negro que hizo pensar a los ‘polis’ que ahí algo se lo estaba llevando el averno; el caso fue que se aparecieron en la zona y quedaron asombrados ante la magnitud del siniestro, cuyas ondas de calor se sentían desde varios metros a la redonda.
Sacados de onda, los uniformados asomaron las narices y al ver que la cosa estaba color de hormiga mejor les chiflaron a los hombrecitos de fuego, quienes acudieron al llamado en un dos por tres.
Lo más triste de la historia no solo es la contaminación tan ‘carbona’ que dejará esta irresponsabilidad por parte de desconocidos inconscientes, sino que los hombres del calor solo contaban con dos unidades para laborar en la zona, pues parece que sus altos mandos pensaron que bailando la danza de la lluvia les iba a caer más agua para hacer su chamba que si llevaban más unidades; pero como no estaban autorizadas para salir, quizá creen que es mejor tenerlas de adorno.
El caso es que los que sí le talonearon, y gacho, fueron los elementos, quienes sacaron sus cosotas grandes, gruesas y largas llamadas mangueras para sofocar el voraz infierno, pero hasta las 5:00 de la madrugada la conflagración continuaba.
