R. D. / De Peso
CANCÚN, Q. Roo.- Como coladera dejaron a un paisano luego de que lo rociaron de balazos en el fraccionamiento Tierra Maya, supermanzana 105, donde los ocupantes de un automóvil compacto lo rafaguearon.
Ayer a la 1:30 de la madrugada, un sujeto caminaba sobre la acera del retorno Rana, manzana 60, cuando de pronto un pelafustán descendió de una nave y le descargó una poderosa ráfaga de un fusil automático AR-15.
El tableteo del arma larga despertó a todo el vecindario, que de volada pasó el pitazo al número de emergencias 911, lo que activó el código rojo para que se dejara caer en el lugar toda la ‘Liga de la Justicia’.
En el sitio los paramédicos encontraron frente al jacal marcado con el número 33 a una persona del sexo masculino, de aproximadamente 40 años, en posición decúbito dorsal (es decir tirado boca arriba), de complexión robusta, tez morena, aproximadamente 1.70 metros de estatura, cabello negro, corto y lacio, frente amplia, cejas arqueadas y pobladas, ojos medianos, nariz recta de base ancha, boca grande, mentón oval, barba y bigote sin rasurar y como característica no tenia los dos dientes superiores frontales, el cual vestía playera tipo polo negra, pantalón de mezclilla azul, cinturón café y botines cafés que presentaba más de 10 impactos de bala en el cuerpo y que ya había partido para saludar de beso y abrazo a San Pedro.
Peritos criminalistas levantaron de la escena del crimen 11 casquillos de arma larga calibre .223, el sujeto tenía un tatuaje en forma de tres puntos en la parte media del pecho. De manera preliminar presentaba las siguientes lesiones: un balazo en el brazo izquierdo, otro con exposición de huesos en el antebrazo del mismo lado, uno más en el pecho con salida en la región escapular.
Los chicos del ‘CSI-Cancún’ encontraron entre sus pertenencias una cartera que contenía una credencial de elector y CURP a nombre de F.J.M.R. En la casa contigua localizaron cuatro impactos por arma de fuego en la fachada y otros dos en el interior de dicho chante.
Una vez realizado el proceso de levantamiento de indicios trasladaron al ejecutado número 94 en la Zona Norte, a una fría gaveta de la morgue.
