Luis Hernández/De Peso
CANCÚN, Q. Roo.- Un morro que rolaba en su nave por la supermanzana 90 provocó que una taxista se le clavara en las costillas, todo por no respetar un disco de alto, lo que mandó derechito al hospital a una ‘señito’ y una nena que iban de pasajeras en el cuatro letras.
Todo un ‘chou’ se armó ayer en la avenida Puerto Juárez con calle 41, pues Marcelo Farías López, de 23 años, andaba en su Volkswagen Jetta blanco, gomas UTS-729-D, sobre dicha calle y al intentar cruzar la Talleres no respetó el disco de alto aventándose nomás así por sus polainas.
Lo anterior provocó que José Cauich Muñoz, de 38 añicos, quien perseguía la chuleta en su Nissan Tsuru del moco verde número 3582, matrícula 72-98-TRU, sobre la Talleres, se embarrara en las costillas del carrito particular, lo que le dejó la ‘trompa’ como acordeón de grupo norteño.
De tanto zangoloteo, Rosi Ojeda y una niña de tres años resultaron con dolor de ‘puerquecito’; los Angeles Verdes les dieron sus apapachos y las llevaron al hospital PlayaMed, donde con unos masajitos quedaron como nuevas.
A la llegada del ‘peritawer’, el chamacón comentó que no se dio color del disco de alto y creyó que todas las calles y avenidas de la 90 eran de él, así que se atravesó nomás así pensando que todos le cederían el paso.
