Redacción/ De Peso
CHETUMAL.- El policía Miguel Ángel Alcocer Rosado, conocido como el comandante Golem, dejó en orfandad a tres hijos; dos niñas y un niño.
Hace dos años su primogénito, de 10 años, perdió la vida al caerle encima una pared, mientras rompía la piñata, durante su fiesta de cumpleaños.
El pasado miércoles el comandante Golem acudía a un llamado de auxilio sobre una riña, en la avenida De los Insurgentes por Centenario.
Presuntamente al transitar en su moto patrulla por el cruce de la avenida De los Insurgentes con Nápoles se estampó en el costado izquierdo de una camioneta Chevrolet tipo Silverado color blanca, piloteada por el comandante de la Policía Ministerial, quien recientemente tomó el mando de la corporación en la alcaldía de Nicolás Bravo.
Según los compañeros del occiso, el comandante Golem redujo la velocidad de la moto, prendió los códigos y la bocina para alertar a los conductores de su presencia, pero aún así el ministerial siguió.
El próximo 3 de junio se cumplen dos años de que el primogénito del comandante Golem a quien llamaba de cariño ‘Mi Poli’, perdió la vida al caerle encima una barda, mientras rompía su piñata por sus 10 años de vida, en el fraccionamiento Caribe y con quien ahora seguramente los festejará en el cielo.
