Trágicamente, en el Centro de Reinserción Social (Cereso) de Chetumal, un reo condenado por homicidio calificado, Eleazar ‘N’, de 30 años de edad, decidió poner fin a su propia vida. El lunes por la mañana, el director de la prisión, ubicada en la capital del estado, dio a conocer la impactante noticia del suicidio.
El descubrimiento macabro se produjo cuando uno de los custodios realizaba su rutina de supervisión. Al acercarse a la celda de Eleazar, encontró al recluso colgado de una soga en el cuello, lo que inmediatamente activó la alarma en la prisión. El guardia actuó con rapidez, descolgando al interno y solicitando asistencia médica de inmediato.
El personal médico del Cereso, al examinar a Eleazar, lamentablemente confirmó que ya no mostraba signos vitales, y así se certificó su fallecimiento. Este triste suceso ha dejado una gran cantidad de interrogantes sobre cómo pudo ocurrir en una instalación penitenciaria.
Los informes no oficiales sugieren que Eleazar ‘N’ estaba cumpliendo una sentencia por homicidio calificado y se encontraba en un área de psiquiatría al momento de su trágico final. La pregunta que todos se hacen es si este acto desesperado fue realmente un suicidio o si hubo algún tipo de negligencia o complicidad en la prisión.
Ante la gravedad de la situación, agentes de la Policía de Investigación fueron llamados al lugar para llevar a cabo una exhaustiva investigación con el objetivo de determinar las circunstancias exactas que llevaron a la muerte de Eleazar ‘N’.
Además, peritos de la Fiscalía General del Estado llegaron al Cereso para realizar el levantamiento del cadáver y recabar pruebas que ayuden en el esclarecimiento del caso.
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