Redacción/De Peso
Chetumal.- Una pareja y su pequeño, de 5 años de edad, han pasado las de Caín luego de salir de Veracruz para llegar a Quintana Roo en búsqueda de mejores oportunidades.
Todo comenzó cuando la familia decidió salir de su tierra natal para llegar a Mérida, Yucatán, ciudad donde el papá, Evaristo Rosales Cuello, consiguió trabajo, sin embargo, fue despedido días después.
Luego del desafortunado hecho, Evaristo y su esposa, Samir Celeste Avilés Mora, de 22 años de edad, y su hijo de 5, decidieron ir a probar suerte a Tulum, pero lamentablemente unos delincuentes les robaron sus pertenencias, dejándolos únicamente con sus credenciales del INE, ropa y CURP del menor de edad.
Tras la acontecido, la familia decidió llegar a Chetumal, lugar donde el padre tiene un tío, quien decidió darles apoyo con un cuarto para vivir, sin embargo, luego de unos días, ya no pudo seguir ayudándolos y les pidió marcharse del domicilio.
Ante esta situación, Evaristo, Samir y su hijo de 5 años de edad, pasaron la noche en el Bulevar Bahía, desafortunadamente cuando fueron a un baño, en una gasolinera, un sujeto les robó sus identificaciones, cartera, y hasta un zapato que utilizaba el pequeño.
La pareja entró en crisis y comenzó a discutir, hechos que fueron reportados al número de emergencias 911, llegando al lugar policías estatales y se llevaron al padre de familia detenido; aunque la mujer pidió que lo soltaran, los uniformados no accedieron a su petición.
Fue así que, la joven Samir y su pequeño hijo quedaron a la deriva en el estacionamiento del Bodega Aurrera, ubicado entre las avenidas Erick Paolo Martínez y Constituyentes.
Tras darse a conocer el caso a través de redes sociales, policías adscritos al Grupo Especial de Atención a Víctimas de Violencia Familiar y de Género (GEAVIG), atendieron el auxilio y se organizaron para comprarles comida y conseguirles un albergue para que pudieran tener unos días.
Incluso, un ciudadano les ofreció una casita en la colonia El Cielo, pero ellos prefirieron ir al refugio. Ahora Samir, está a la espera de que su esposo sea dejado en libertad para irse al poblado de Carlos A. Madrazo, donde un familiar les ofreció quedarse.
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