Lo que empezó como un rumor en redes sociales se confirmó: el temido pez diablo ya anda suelto en el cenote La Bruja, en Bacalar. Investigadores de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR) se lanzaron al agua y encontraron al menos dos ejemplares de esta especie invasora que puede hacer un desastre en el ecosistema local.
Desde el 22 de enero, proveedores turísticos habían reportado su presencia, pero fue hasta el 30 de enero cuando los expertos Martha Valdez, Manuel Elías y Humberto Bahena, junto con dos estudiantes, realizaron una inspección y dieron con los bichos, que medían entre 20 y 30 centímetros y estaban a profundidades de 2 a 6 metros. Lo preocupante es que estaban a solo 100 metros de la conexión con la Laguna de Bacalar, lo que significa que podrían expandirse rápidamente.
El pez diablo no solo es feo, sino que es una máquina destructora: altera el equilibrio ecológico, compite con las especies nativas y puede afectar los frágiles estromatolitos de Bacalar. Aún no está claro cómo llegó hasta aquí, pero hay dos teorías. Pudo haber venido desde el norte o se coló a través del Río Hondo, donde ya se le ha visto antes.
Los expertos piden acción inmediata de autoridades y ciudadanía para evitar que esta especie se salga de control. Proponen monitoreos constantes, análisis de ADN ambiental y una campaña de concientización para que todos sepan identificarlo y reportarlo. Así que ya sabes, si ves un pez diablo, no lo ignores. Entre todos podemos evitar que Bacalar se convierta en su nuevo hogar.
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