Orville Peralta / De Peso
CANCÚN, Q. Roo.- Las prisas de un ruletero lo llevaron a ponerse más verde del coraje gracias al guamazo que le dejó a su nave, y para colmo de males su pasajero quedó dado al catre, en la supermanzana 96, alrededor de las 8:00 de la mañana de ayer.
Chismositos escucharon el laminazo y salieron a ver el rollo; ahí estaba Gerardo Alvarado Valier, de 37 años, quien maniobraba el Nissan Tsuru blanco, laminitas 69-92-TRV, número 6841, mentando ‘malles’ porque minutos antes en el cruce de las calles 131 y 8 chocó.
El besito mañanero se lo dio al Fiat Uno rojo, engomado UUN-308-D, conducido por Juan Carlos Larrinaga Zúñiga, de 42 añejos, quien por evitar la colisión dio el volantazo, pero no fue suficiente.
Testigos aseguraron que el taxista debió ceder el paso a su contrario, pero le valió dos kilos de berenjena y se siguió de largo hasta causar la colisión. El que pagó los platos rotos fue un pasajero del taxi, quien rebotó en el interior de la unidad y como sintió su esqueleto movérsele de un lado pa’ otro, mejor fue apapachado por paramédicos de la Cruz Roja, quienes se lo llevaron al Seguro Social de la Cobá.
De este ‘chou’ se hizo cargo un oficial de ‘trancholandia’, quien no se fue por las ramas pues mandó las naves al sucio corralón hasta el deslinde de responsabilidades.
