Antes que cante el gallo, sicarios llevaron a tirar a un paisano a la entrada principal del fraccionamiento Aloja, lo que causó el terror entre los residentes.
Los primeros en encontrar el cadáver llamaron al 911 y comentaron que se encontraba descuartizado distribuido en bolsas negras.
Una patrulla de la Policía Quintana Roo arribó velozmente al lugar al ver las bolsas, acordonó la zona para evitar que la escena se siguiera contaminando.
Los residentes desconocen a qué hora abandonaron los restos humanos, pero creen que fue en algún momento de la madrugada.
Más tarde llegaron peritos del Servicio Médico Forense (Semefo) para colocar las bolsas negras dentro de una bolsa mortuoria y trasladarla a la morgue para la necropsia de ley.
Con este caso se suman 37 ejecutados en lo que va del mes de agosto, se sospecha que esta persona fue víctima del crimen organizado.
La Fiscalía Especializada en Homicidios ya se encuentra investigando la identidad de la víctima, el porqué de su asesinato y sus nexos con sus asesinos.
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