El propietario de una moto robada, en su desesperación que las autoridades no hacían su chamba de investigación, él mismo rastreó a los sujetos que vendían por redes sociales las “partes usadas” de su vehículo.
El dueño de una moto robada comenzó una investigación sobre el paradero de su vehículo y dio con un predio usado como taller, lo que permitió el aseguramiento del mismo.
El robo de la motocicleta fue el pasado 9 de septiembre, por lo que su propietario interpuso su denuncia ante la Fiscalía General del Estado (FGE), pero ante la falta de resultados, comenzó a buscar en Facebook a quienes se dedicaban a la venta de partes de dudosa procedencia.
Fue así que dio con un sujeto que le ofreció partes que coincidían con el color de su unidad hurtada, se citó en un lugar público para cerrar la compra, pero acudió acompañado por policías, quienes corroboraron que los números de serie coincidían con la del vehículo robado.
Por esa razón, los uniformados detuvieron al presunto ladrón y lograron descubrir el inmueble donde operaban los rateros. Los agentes lo resguardaron en lo que ministeriales obtenían la orden del juez para catear el lugar y asegurarlo.
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