En los últimos 10 años, han sido al menos seis buzos y pescadores, los que han desaparecido en las profundidades de las aguas de la isla sin dejar rastro alguno, revelaron trabajadores de casas de buceo e integrantes de cooperativas pesqueras de Cozumel.
De acuerdo con sus testimonios, las búsquedas en muchas ocasiones comienzan varias horas después de los reportes debido a que la mayoría de las embarcaciones no cuenta con radio y deben llegar a los puntos en los que la señal de telefonía móvil les permite establecer comunicación con las autoridades, lo que representa una pérdida de tiempo valioso para su búsqueda y rescate.
Otro aspecto que señalaron los entrevistados, es que la estación de Guardacosta de la Secretaría de Marina Armada de México, conocida como Estación Naval de Búsqueda, Rescate y Vigilancia Marítima, no cuenta con aeronaves que permitan de manera inmediata la ubicación de las víctimas.
La falta de equipo dificulta la búsqueda
En lo que va de este mes, dos personas, un buzo británico y un pescador cozumeleño, han desaparecido sin dejar rastro. Entre el 2012 y lo que va de este año, buzos canadienses, españoles, norteamericanos y estadounidenses, han sido devorados por el mar.
Sin embargo y según los testimonios recogidos entre el martes y el miércoles de esta semana, la cifra puede ser mayor, pues en 2019, dos buzos desaparecieron mientras practicaban este deporte sin que hasta la fecha sus cuerpos hayan sido localizados. Entre el año 2010 y 2020 se esfumaron por lo menos cinco más.
Juan Catzín, pescador-buzo, explicó que la Autoridad Marítima Nacional solo establece períodos de búsqueda máximo de 72 horas, pero estas no son efectivas ya que se hacen solamente durante el día, con embarcaciones y sin aeronaves.
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