Enrique Castro/De Peso
CANCÚN, Q. Roo.- La oscuridad de la noche se rompió ayer a las 2:05 de la mañana cuando gigantescas llamas de más de 10 metros de altura brotaron de un embarcadero privado de Puerto Cancún, donde el Kisín llegó a hacer de las suyas y reducir a cenizas dos yates de lujo; los ‘manguerudos’ tardaron cerca de dos horas en ganarle la batalla al infierno.
Un chismoso, al que casi se le sale el alma, con angustiada voz se comunicó al 911 para reportar que en uno de los muelles de Puerto Cancún, en las inmediaciones del nuevo centro comercial Marina Town Center, se encontraba un yate totalmente envuelto en llamas, en las que parecía que el chamuco bailaba encuerado.
Ni tardos ni perezosos de volada el Heroico Cuerpo de Bomberos y personal de Protección Civil se teletransportaron al lugar para sacar sus cosotas largas, gruesas, negras y húmedas (mangueras, mal pensados) para darle batalla al infierno que se había desatado y cuyas flamas en ocasiones podían apreciarse desde el Bulevar Kukulcán.
Durante dos largas horas, los ‘tragahumo’ lucharon intensamente para sofocar el incendio, el cual también alcanzó a una segunda embarcación atracada a un costado de donde se originó el fuego y parte del muelle de madera; a pesar de que varios elementos estuvieron al borde de la intoxicación por las espesas columnas de humo negro tóxico que brotaban de los botes, cumplieron su chamba como los más machos.
Por si las cochinas moscas paramédicos de la Cruz Roja arribaron para cualquier emergencia que se presentara, por fortuna no hubo lesionados y solo millonarios daños materiales por la pérdida total de los dos yates.
Hasta la mañana de ayer se desconocían las causas del incendio y las autoridades no habían emitido información oficial al respecto.
