Redacción / De Peso
CANCÚN, Q. Roo.- La supermanzana 103, que ahora se encuentra en clara pelea, fue bastión del grupo delincuencial de ‘Los Pelones’, quienes a pesar de la guerra que existe en las calles aún mantienen presencia en dicha zona.
El control de la venta de droga y otros negocios fuera de la ley ha derivado en que grupos antagónicos lancen despiadados ataques contra sus rivales o ex integrantes.
Esto ha teñido de rojo las calles de dicha parte de la ciudad, donde se han visto perjudicados los residentes, a los que se le asocia con ‘Los Pelones’, pandilla que a su vez continúa luchando por mantener el control de su territorio.
Fuentes policiacas mencionaron que a pesar de la vigilancia en la zona existe una clara guerra, como en casi toda la ciudad, pero en fechas recientes en la supermanzana 103 se han incrementado los reportes de ejecuciones, detonaciones de arma fuego y privaciones de la libertad.
Debido al temor que existe, al arribo de las autoridades los pobladores casi nunca dan correctamente el sitio de donde provenían los disparos o si algún hombre que caminaba por la zona fue subido contra su voluntad a alguna nave por hombres armados.
Uena de las regiones más antiguas de Cancún es la 103, la cual a últimas fechas ha visto correr la sangre por sus calles, pues en lo que va del año se han registrado por lo menos cuatro ejecuciones y un sin número de levantones y ataques a domicilios.
El primero del año en ser enviado al otro mundo fue el chatarrero Gustavo Espadas, de 70 años, a quien balearon sujetos que entraron a un predio ubicado sobre la calle 48, de la supermanzana 103, en el domicilio de su novia.
Posteriormente, el miércoles 14 de febrero del año en curso sobre la calle 43 con 25, volvieron a sonar los fierros;en esa ocasión el occiso quedó sobre la banqueta boca abajo y batido en un charco de sangre sin mover un solo dedo; el cadáver de complexión delgada, tez morena, de aproximadamente 25 años, vestía pantalón de mezclilla y playera negros, con tenis del mismo color.
Por esas fechas un conductor de transporte público fue interceptado por un Nissan Tsuru en el que iban hombres armados que le dispararon para que se detuviera; el fallecido, identificado como Ervi Alfonso ‘C’, de 30 años, mejor conocido entre los ruleteros como la ‘Enfermera’, recibió cinco impactos que le costaron la vida.
Esta violencia, en el que fuera bastión de uno de los principales grupos criminales de Cancún conocido como ‘Los Pelones’, vivió momentos de tensión en las calles, luego de que dicho grupo se enfrascó en una lucha por el control de la plaza.
En el lugar se desataron levantones que culminaban casi siempre con la ejecución de los secuestrados, los cuales son arrojados principalmente en las colonias irregulares de esta ciudad, controladas por otros grupos criminales.
En esa misma supermanzana, fuerzas policiacas tenían conocimiento de una banda de asaltantes conocida como ‘Los Secos’, los cuales operaban también en la 102, atracando principalmente a transeúntes y comercios, además de vender droga.
Esta guerra por el control encendió focos rojos, y fue el pasado martes cuando en las calles de esa región ejecutaron primero al voceador conocido en el sector como ‘El Aretes’, quien durante varios años se dedicó al ‘narcomenudeo’; sin embargo, este año había dado un giro a su vida pues se hizo religioso.
El occiso había sufrido dos ataques previos, pero el martes pasado, primero intentaron subirlo a un vehículo compacto y al correr fue asesinado de por lo menos cinco impactos de arma de fuego y el tiro de gracia.
Esa misma tarde, de seis plomazos de arma de grueso calibre ultimaron a Iván Daniel Catalán Albar, de 24 años, quien se encontraba afuera de su domicilio, ubicado sobre la avenida Miguel Hidalgo (Ruta 5) en la supermanzana 103, cuando desde un automóvil en movimiento le dispararon ráfagas de AR-15.
Esto ha convertido a dicha región en uno de los puntos más conflictivos para las autoridades, debido a la lucha que mantienen grupos de la delincuencia organizada, que se disputan la venta de drogas, entre otros negocios ilícitos, lo que ha recrudecido la violencia en dicha zona.
