Redacción / De Peso
CANCÚN, Q. Roo.- Un largo historial delictivo terminó la noche del pasado lunes 11 de junio, cuando en la supermanzana 3 Marcos Constantinos Constantinos fue baleado por el escolta de un empresario, en un acto por defender la vida de su jefe, quien iba a ser privado de su libertad por el hombre que cayó abatido a tiros y un cómplice, que logró escapar.
La muerte de Constantinos Constantinos reveló su secreto: escondía su identidad tras ese nombre, pero en realidad se llamaba Marcu Constantin Sorinel, un rumano que era buscado por la Interpol, por el homicidio de un compatriota.
De acuerdo con información proporcionada por fuentes policiacas, Marcu tenía una enorme cola por los delitos de venta de droga, allanamiento de morada y robo, entre otros, todos perpetrados en la ciudad de Craiova, en Rumania.
Además, Constantin Sorinel contaba con una orden de localización y captura desde el año 2014 por el delito de homicidio en contra de un hombre que asesinó en Craiova, delito por el cual era buscado por la Interpol para ser extraditado y juzgado.
Dicho crimen fue cometido por Sorinel Constantin el 11 de agosto de 2014, alrededor de las 13:30 horas, cuando tras una discusión apuñaló a un hombre dentro de una piscina en un hotel de Craiova; ese día la víctima fue transportada de emergencia a un hospital, donde le diagnosticaron una herida de 10 centímetros en el cuello y otra a la altura de la oreja izquierda, que le costaron la vida.
La investigación fue llevada a cabo por los fiscales del Tribunal Dolj, solicitando a un juez el 15 de agosto de 2014, una orden de arresto en su contra, la cual fue emitida por el Tribunal hasta finales de octubre, sin embargo, para ese entonces Marcu ya se encontraba en México por una solicitud laboral.
El Tribunal Dolj emitió una orden de arresto de corta duración a nombre de Constantin, y posteriormente, en marzo de 2016, el acusado fue condenado en rebeldía a cinco años y cuatro meses de ejecución en la cárcel.
La sentencia emitida por el Tribunal fue apelada por los fiscales, y el 8 de julio del mismo año, el Tribunal de Apelación lo condenó a ocho años y tres meses de prisión, sin embargo, debido a que no fue encontrado y encarcelado, Constantin Sorinel pasó a ser buscado por la Interpol como un fugitivo de la ley para ser extraditado y juzgado.
