Orville Peralta / De Peso
CANCÚN, Q. Roo.- A Santiago Hernández, de 35 años, un canino casi se lo come de un bocado, pues ayer al mediodía lo vio en forma de hueso cuando se paseaba en las inmediaciones de la supermanzana 35.
El vato estaba buscando chamba y dijo que por la zona habían pedido sus servicios, ya que es ‘todólogo’; el caso fue que mientras miraba al cielo y contemplaba la naturaleza, no vio la presencia de un perrito negro de por el rumbo, que se le fue ‘sobres’ hasta darle un mordisco en la mera pantorrilla izquierda, de donde le empezó a salir harta y espesa ‘moronga’.
El animalito parece ser un ‘solovino’ del lugar, al que los vecinos le dan de comer y lo atienden pero nadie dice “es mío”. Al parecer, el canino solo se puso bravo en el momento que pasó Santiago y ¡zas!, le dio su respectivo mordisco así ‘nomá’.
Molesto, el sujeto dijo que no alcanzó a evadir la mordedura, pues cuando se dio cuenta ya tenía los dientes bien adentro en una de sus ‘patrullas’ y fue ahí que pegó un ensordecedor grito de dolor.
El que peló gallo fue el perrito, pero luego luego lo encontraron y Santiago estaba dispuesto a capturarlo para llevarlo a la perrera. Algunos vecinos lo vieron y comentaron que no tiene dueño el animal, pero ellos lo vacunaron contra la rabia, además que de cualquier problema se harían cargo.
Fue así que a Santi le dieron una lanita para ir al médico y si necesitaba algo adicional que por favor lo hiciera del conocimiento de los vecinos para asistirle, pues el animal solo estaba cuidando su territorio.
