Orville Peralta / De Peso
CANCÚN, Q. Roo.- Ni comer pudo un trabajador de la construcción que ayer fue ejecutado en el interior de una lonchería de la supermanzana 77, lo que provocó la movilización de ‘matutes’ de diversas corporaciones policiacas, así como ‘cruzrojitos’ y forenses con su ‘muertera’; en tanto, de los responsables no se supo nada.
En punto de las 2:30 de la tarde, la doñita que despacha en la fondita reportó a las ‘nenorras’ del 911 que en su changarro de comida, sobre la calle 45 con 88, casi frente a la Universidad del Caribe, dos sujetos le habían dado ‘cranqui’ a un sujeto que estaba esperando sus alimentos, por lo que ‘poliestatales’ arribaron al sitio de volada.
Los paramédicos que asomaron las narices confirmaron que Óscar Gerardo Lira López, de 37 años, a quien conocían como ‘El Ingeniero’, ya había estirado la ‘patrulla’, por lo que rápido se pasó el ‘pedro’ a los ‘poliministeriales’ y peritos del Servicio Médico Forense.
Al principio trascendió que podría tratarse de un reportero, pues se dijo que la víctima tenía un Toyota Camry gris, placas ZAG-18-05, el cual tenía una calcomanía de ‘prensa’, pero minutos después se confirmó que no pertenecía a ningún medio de comunicación.
Una vez que los peritos entraron en acción, marcaron varios indicios y al parecer hallaron tres casquillos calibre 38 super, los cuales fueron llevados a su nidito de ‘amors’ para su análisis.
El sujeto presentó cinco lesiones de arma de fuego en hombro, antebrazo, axila y espalda del lado dereho y uno más en el lado izquierdo del pecho. Tenía dos tatuajes: una figura de pluma de ave y en el hombro unas estrellas, tenía barba de candado, era de complexión delgada y 1.70 de estatura.
Vestía playera negra, chaleco verde con franja fosforescente, pantalón de mezclilla azul y botas tipo ‘albañiloco’.
Las autoridades están en espera de que algún familiar acuda a identificar oficialmente el cadáver.
De los ‘caones’ empistolados, los vecinos dijeron que eran dos vatos flacos con vestimenta negra, los cuales salieron corriendo hacia el Arco Vial, por donde se les perdió de vista.
