Redacción/ De Peso
CANCÚN.- La mañana de este lunes, dos “paisanos” la hicieron de “jamón con queso” porque se dieron un beso y no precisamente de ‘trompita’, pues ambos chocaron sus naves en las inmediaciones de la Supermanzana 23, cerca de la avenida Chichén Itzá, esquina con Tulum.
El “picorete” con sabor a metal fue entre la camioneta Chevrolet Colorado blanca, matrícula TA-0391-G, al mando de Félix, de 35 años, quien sin querer queriendo no guardó su distancia de seguridad como lo marca el reglamento y ¡mocasines verdes!, le dio su “arrimón” al coche conducido por una ‘damita’.
El conductor, quien se supo es marino, empezó a sudar frío cuando le ‘arrugó’ las latas al Volkswagen Pointer gris, engomado UUJ-010-E, maniobrado por Gabriela, de 33, la cual al sentir el “arrimón”, y no de camarón, en vez de poner los ojos en blanco los puso de lado en señal de que estaba ‘encamionada’ por lo sucedido.
La mujer se bajó a cantarle el precio al “marinerito” -quien podrá enfrentar mil y un batallas, pero a una “doña molesta” jamás porque hay niveles- y pidió paro a su compañía de seguros y un oficial de ‘trancholandia’ para el papeleo correspondiente.
El ‘politrancho’ tomó cartas en el asunto, valoró la situación y en efecto le dijo al ‘popeye’ que se iría a la mar solo para ver si podía “ver y ver y ver”, pero el fondo de su cartera para pagar los daños ocasionados.
