Orville Peralta / De Peso
CANCÚN, Q. Roo.- Raúl ‘N’, quien juró amor eterno a M.C.C.V. hace unos ayeres, se puso más bravo que un toro en plena Plaza de Toros Cancún, porque cuando llegó a su chante en la supermanzana 243 y se sentó a la mesa pa’ tragar, su ‘ñora’ con el cariño de siempre le sirvió su comidita, sin pensar que al fulano ahora resulta que si le dan frijoles se le olvida el inglés. El limosnero y con garrote en vez de agradecer que le dieran la papa para que no tuviera el estómago pegado al espinazo, se alteró porque no le gustó el platillo y se surtió a su concubina. El tipejo le dio hasta para llevar y después de que desquitó su furia trató de hacer su salida triunfal, sin pensar que la agraviada habló a la ‘tira’ y esta cayó en el sitio como el meteorito que destruyó a los dinosaurios. Los ‘pitufines’ atoraron a Raúl, quien se ganó un viaje todo pagado hasta las mazmorras del botellón, y puesto a disposición de la autoridad competente.