Orville Peralta / De Peso
CANCÚN, Q. Roo.- Los hurtos siguen a la orden del día, pues en menos de 12 horas se registraron cuatro robos en esta ciudad en diferente puntos; el más fuerte sucedió al mediodía en la supermanzana 5, cuando un pillo le dio baje con una fuerte lana a una persona, que dicen, salía de una sucursal bancaria.
El primero ocurrió muy temprano, poco antes de las 7:00 de la mañana, en una gasolinera en la supermanzana 17, frente al Parque Kabah, donde un sujeto se acercó a preguntar por gasolina, pero entre sus garritas sacó una trona que puso a temblar al despachador, más cuando le dijo: ¡‘caite’ con la lana!
El agraviado aplicó la de ‘flojito y cooperando’, soltó la poca marmaja de la venta de la noche que fue de seis mil 300 pesos, y cuando al malandrín le brillaron los ojos con signo de pesos, con la misma salió corriendo hasta desaparecer como por arte de magia.
Habían pasado tres horas del atraco, cuando agentes de la Policía Municipal recibieron el reporte de que en la supermanzana 259, los empleados habían sido amarrados porque unos tipos armados hasta los dientes entraron a robarse la venta de la mañana.
Alrededor de las 12:00 del día, las nenas del 911 ‘de nuez’ escucharon sonar sus teléfonos de emergencia por el reporte de que una farmacia ubicada en la supermanzana 230 entre la Kabah y Leona Vicario fue víctima de los ratones de dos patas, que cuyo modus operandi es llegar en moto o en nave, entrar al local, hacerse ‘pentontos’ unos minutos, después sacar la pistola de esas que si hieren, y pedir el dinero de la caja.
El caso fue que así pasó en este localito, que ya es cliente frecuente porque no es la primera vez que los hampones hacen de las suyas y ayer se llevaron un poco de la venta del día, sin especificar monto.
La lista de atracos cerró con un último que sucedió en la supermanzana 5, sobre la avenida Tulum, cuando una persona había salido del banco de donde retiró 40 mil pesotes en efectivo. ‘Casual’, saliendo unos tipos ya lo estaban esperando y ¡sopas!, a punta de pistola le arrebataron el dinero para después emprender la graciosa huida.
Al agraviado ni tiempo le dio de disfrutar sus ahorros, y de volada pidió ayuda a los ‘polis’ para ubicar a los responsables que corrieron hacia la avenida Náder .
Los agentes (para terminarla de amolar estaban a escasos metros) no se dieron ‘color’ de lo que pasó hasta que se les dio aviso. Las autoridades municipales llegaron a tomar conocimiento de los hechos, pero del incidente se hizo cargo mucho más tarde la Policía Ministerial.