Orville Peralta / De Peso
CANCÚN, Q. Roo.- En pleno corazón elite de la Zona Hotelera, ayer a la 1:00 de la madrugada, cuatro malandros armados llenaron de plomo una poderosa Ford Lobo justo en el retorno del Coral Negro; al menos dos involucrados en el tiroteo resultaron lesionados.
Turistas nacionales, extranjeros y ‘paisas’ invocaron a ‘Chuchito’ para que no les tocara un plomazo, pues se supo que corrieron despavoridos para resguardarse del ‘kilo’ de plomo en las inmediaciones del Party Center, ubicado en el kilómetro 9.5 del Bulevar Kukulcán.
Ahí, cuatro sujetos a bordo de una Chevrolet Suburban blanca acorralaron a la camioneta Ford Lobo 4×4 dorada, placas SZ-8463-B, donde viajaban varios sujetos, al parecer tres.
Los pistoleros aprovechando que la troca Lobo retornaba ligeramente a vuelta de rueda le soltaron plomo a diestra y siniestra (al menos 10 veces) tanto del frente y la parte trasera como en los costados, razón aparente por la que uno de los pillos fue alcanzado por unas balas de sus compinches.
De la Lobo también resultó herido uno de los ocupantes y las lenguas viperinas señalaron que fue un tal José Antonio Clarke Monreal, de 20 años, quien sufrió heridas en el tórax, muñeca y brazo izquierdo.
Caos y confusión dejó esta lluvia de balas, tanto que uno de los involucrados en el tiroteo, Candelario Martínez Mora, de 25 años, tuvo que refugiarse en la parada de autobuses que se ubica cerca de la entrada de los condominios Carisa y Palma, a consecuencia de las heridas con las que terminó.
Se supo que los gatilleros tomaron rumbo hacia el Aeropuerto y el conductor de la Suburban llevaba un pasamontañas negro.
Como daño colateral resultó el conductor del Ford Mustang blanco, placas USC-644-D, el cual quedó en medio de los tiros y también fue víctima de los malandros, pues uno de ellos lo golpeó mientras trataba de resguardarse de los plomazos.
Para acordonar el lugar llegaron corporaciones policíacas de los tres órdenes de gobierno, de todos los colores, sabores y razas tras reportase al 911 la balacera en el corazón de la Zona Hotelera, donde es un secreto a voces corre a raudales la distribución ilícita de ‘porquerillas’, entre muchas cosas más.
Paramédicos de Life Support, así como personal de la Cruz Roja llegaron para atender a Candelario y a José, enviándolos al Seguro de la Cobá y al Hospital General respectivamente;
Uno de ellos (Clarke) quiso echarse el cuento chino de ‘quesque’ lo habían asaltado, además dijo había salido de fiesta con sus ‘cuadernos de doble raya’.
Agentes ministeriales llegaron y encontraron indicios de al menos 20 casquillos percutidos de calibre 9 milímetros y calibre .380, pa’ luego dejar el caso bajo la carpeta de investigación 267/2017, por el delito de lesiones en agravio de los dos heridos.
