Enrique Castro / De Peso
CANCÚN, Q. Roo.- De un certero plomazo en el pómulo le dieron ‘matarile’ a un morro -al parecer menor de edad, pero grande en malandradas- ayer a las 2:10 de la madrugada, cuando quedó tirado sin vida sobre la calle Tunich del fraccionamiento Las Lajas; presuntamente era un trácala azote de la zona que se dedicaba a robar aparatos electrónicos y otras cosas en la supermanzana 211.
Un llamado llegó al número de emergencias 911 para reportar a una persona del sexo masculino con una herida de bala en el cachete derecho, por lo que despacharon a la ‘chillona’ de los ‘cruzrojitos’ en ‘tinga’ loca, raudos y veloces los paramédicos llegaron al lugar y desenfundaron el estetoscopio para ver si aún le latía el corazón al chavo, pero ya nada se podía hacer, pues la persona estaba más fría que una paleta congelada, así que le dieron paso a los hijos de su P.M. (Policía Ministerial) y peritos criminalistas para procesar la escena del crimen.
Los chavales de Servicios Periciales tuvieron a la vista a un sujeto del sexo masculino de entre 15 y 17 años, que aparentaba estar sentado entre un montículo de piedras, yerba y basura, semi tapado con una colcha, de complexión delgada que vestía bermuda color mostaza, playera blanca con estampado en el frente y sudadera azul marino con rayas azules se encontraba sin zapatos.
El cadáver presentaba una herida de proyectil de arma de fuego en el pómulo derecho, y al hacer un barrido en busca de pruebas y evidencias los peritos criminalistas no encontraron ningún casquillo, por lo que se presume que al mocoso le dieron piso en otro lugar y lo llevaron ahí a tirar.
Vecinos del fraccionamiento Las Lajas juran y perjuran por el osito panadero que no escucharon alguna detonación de arma y además el sujeto era un conocido ladroncito. El cuerpo del chaval fue trasladado a las instalaciones de la morgue para la práctica de la necropsia de ley, hecho que se suma al lavado y planchado acumulado que tienen las autoridades pendientes por resolver. Se inició la carpeta de investigación 126/2018 por dicho caso.
