Autoridades de salud en Quintana Roo buscan prevenir que jóvenes de educación básica de Cancún desarrollen adicciones a sustancias nocivas, pero especialmente el uso de tabaco y vapeadores.
Leslie Pech Vite, responsable del programa de adicciones de la jurisdicción sanitaria número dos, comentó que este 2023 se buscarán hacer evaluaciones preventivas o tamizajes a jóvenes de 27 escuelas secundarias de Benito Juárez, para que en caso de detectar casos positivos, puedan ser atendidos por las Unidades de Especialidades Médicas en Centros de Atención Primaria en Adicciones (Uneme-capa) de la zona norte.
“El personal de Uneme Capa aplicará un cuestionario de 81 preguntas llamado Posit, que sirve para prevenir factores de adicción a sustancias como alcohol, psicoactivos, e incluso depresión, y una vez que hay un caso de riesgo se tiene una junta privada con los padres de familia para avisar de los resultados, y se pasa a mencionarles los servicios que dan los centros de atención”, explicó.
La entrevistada aclaró que se buscará hacer estas evaluaciones en las escuelas cada dos semanas, para un público objetivo de 12 años en adelante.
Los casos que se atiendan se canalizarán a una de las cinco Unemes Capa de la zona norte y que pertenecen a la jurisdicción sanitaria número dos. Un par se encuentra en Cancún, y hay una en los municipios de Cozumel, Tulum y Solidaridad.
“El uso de vapeadores abre la puerta a otras drogas, y el uso de éstos inflaman la garganta, produce tos seca, provoca infecciones virales, y a largo plazo está el riesgo de una Enfermedad Pulmonar. Obstructiva Crónica (EPOC), infartos, e inflamación en los pulmones”, destacó.
Asimismo, Pech Vite agregó que un problema actual es que los jóvenes que consumen sustancias nocivas llegan a leer artículos de sitios digitales que venden estos productos nocivos como algo normal o sin riesgo, pero en realidad no son enlaces especializados
“Las sustancias adictivas se usan como estrategias de resolución de problemas y como métodos de relajación, lo que acaba convirtiéndose en una conducta adictiva. Se suele comenzar con una vez a la semana, sin que el joven note mayor riesgo, pero después aumenta el consumo al convivir con sus amigos”, detalló.
La especialista añadió que un incremento en el consumo se observa cuando se pasa de usar sustancias de una vez a la semana a tres veces a la semana, y en menos de seis meses se convierte en una actitud de todos los días, y en un año ya se vuelve un “tengo que”, y ahí es cuando se confirma una adicción.
“Por ejemplo, en vez de solo ponerse a respirar se recurre a un cigarro, y esto se vuelve más frecuente conforme más se enfrentan los jóvenes a situaciones de estrés o de convivencia con amigos, quienes también pueden imitar el ejemplo de consumir sustancias, y esto se aprende entre ellos”, lamentó.
Finalmente, Pech Vite mencionó que este programa se hará en conjunto con Centros de Integración Juvenil, y otras instancias gubernamentales como la Secretaría de Educación de Quintana Roo (SEQ), la cual proporcionó al personal médico los planteles que adonde llevar las evaluaciones.
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