La presidenta municipal de Benito Juárez, Ana Paty Peralta, se pronunció este miércoles sobre el incidente ocurrido en el hotel Riu Caribe, donde una familia denunció haber sido agredida por el personal de seguridad privada y la Policía Turística, asegurando que se están realizando investigaciones a fondo para esclarecer los hechos.
La alcaldesa de Cancún mencionó que el gobierno municipal está tomando las denuncias muy en serio. “Estamos haciendo todas las investigaciones. Hay partes del video que parecen editadas, pero lo que es evidente es el actuar de los guardias privados del hotel, y la necesidad de revisar la intervención de la Policía Turística”, declaró Peralta. Además, subrayó que su administración no tolerará abusos de autoridad ni el uso excesivo de la fuerza.
En su mensaje, Peralta enfatizó que cualquier ciudadano o turista tiene derecho a ser tratado con respeto, y su gobierno se mantiene firme en su compromiso de proteger los derechos humanos. “Seremos muy vigilantes para que no haya actos de corrupción”, afirmó la presidenta, quien también destacó la importancia de las denuncias públicas y de compartir videos en redes sociales para dar visibilidad a situaciones como esta. «En nuestro gobinerno sí hay consecuencias cuando llegan a haber este tipo de situaciones», declaró.
El hotel Riu Caribe, por su parte, emitió un comunicado en el que se deslindó de las acusaciones, asegurando que el personal actuó de acuerdo con las normas del establecimiento, las cuales prohíben lanzarse a la piscina de 50 cm de profundidad. Según el hotel, cuando los huéspedes no acataron las indicaciones, comenzaron a agredir al personal, lo que llevó a solicitar la intervención de la Policía Turística.
Desde la Secretaría Municipal de Seguridad Ciudadana y Tránsito (SMSCYT) también se emitió un comunicado señalando que el incidente está siendo investigado. De acuerdo con su versión, los turistas mostraron conductas inapropiadas y agresivas, lo que derivó en el llamado a las autoridades. Los involucrados fueron trasladados al juez cívico, donde se determinaría su situación legal.
Sin embargo, la versión de la familia agredida es completamente diferente. En sus testimonios, la familia asegura que fueron golpeados brutalmente, sometidos en el suelo y despojados de objetos personales como celulares, relojes y joyas. Además, denunciaron tocamientos indebidos y amenazas de muerte tanto por parte de los guardias de seguridad como de los elementos de la Policía Turística. Según su relato, las agresiones continuaron en los separos y, al intentar presentar una denuncia, recibieron malos tratos y no fueron permitidos a proceder con la denuncia.
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