Rubén Darío / De Peso
CANCÚN, Q. Roo.- A una pareja se le incrementó de golpe el contenido de plomo en la sangre, luego de que ayer a la 1:45 de la madrugada el domicilio en el que se encontraban descansando en sus hamacas ortopédicas recibió una ráfaga de balas.
La manada policial dejó de rascarse y se arremolinó en un jacal ubicado sobre la calle 37, entre 79 y 90 de la supermanzana 233, donde fue invocada tras el reporte de detonaciones de arma de fuego y dos personas lesionadas.
Varias patrullas copeteadas de pitufos se dejaron caer la greña en modo Rambo en el sitio, donde encontraron a una mujer y un hombre, ambos con sendos disparos en la pierna derecha, mientras que la fachada del predio tenía varios agujeros producidos por proyectiles de una metralleta.
Por tal situación los ‘matutes’ se dieron a la tarea de montar un operativo para localizar a los maloras, los cuales, según chismosos que nunca faltan, se desplazaban a bordo de un vehiculo Nissan Tsuru blanco.
En tanto personal de la Cruz Roja arribó a bordo de dos ambulancias para realizar el traslado al Hospital General de los lesionados, quienes de volada ingresaron a la sala de urgencias a pesar de que las heridas que presentaban no ponían en riesgo sus vidas.
Trascendió en el lugar que el hombre baleado perseguía la chuleta como taxista del sindicato Andrés Quintana Roo, por lo que no se descarta que el ataque tenga que ver con negocios truculentos.
Es de notar que dicha zona es ampliamente conocida por el ‘narcopoquiteo’ indiscriminado; con este hecho suman tres baleados en 48 horas, cuatro si se toma en cuenta a un ratero que recibió un disparo de la Policía cuando intentaba cometer un atraco.
