Agencias/De Peso
Quintana Roo recibió este martes uno de los primeros recales masivos de sargazo en la temporada 2021, con impactos en todo el litoral del estado, de norte a sur.
Las algas pardas inundaron las costas, en mayor medida, en Playa del Carmen, Mahahual y Xcalak, tomando por sorpresa a los hoteles y municipios que aún no cuentan con medidas para mitigar los recales de este año.
Desde tempranas horas, cuadrillas de trabajadores municipales se desplazaron a varias playas del estado para intentar dejar los arenales libres de sargazo. Sin embargo, en los sitios donde no hay infraestructura turística las algas se acumulan.
Cancún es el área menos afectada. De acuerdo con la Red de Monitoreo del Sargazo de Quintana Roo, 52 playas de la zona norte tienen sargazo moderado y abundante, mientras que otras trece tienen cantidades bajas y 15 están libres de algas.
Sólo tres días antes, 50 puntos estaban identificados con presencia muy baja, y solo 15 entre abundante y moderado.
La Red atribuye estos recales a los vientos del sureste, que corren en dirección al norte en hasta 40 kilómetros por hora.
La llegada de sargazo trae consigo una serie de afectaciones medioambientales y económicas, pues provoca la muerte de ecosistemas de pastos marinos, afecta los arenales y mata especies de importancia ecológica y comercial, como peces y crustáceos.
Asimismo, el olor fétido y el agua café son la primera impresión que tienen los turistas, quienes llegaron a este destino atraídos por las arenas blancas y el mar turquesa.
Durante marzo, la acumulación de sargazo en el mar se duplicó, al pasar de 4.6 millones de toneladas en febrero a 10.1 millones de toneladas durante marzo. Esta cantidad es comparable con los reportes de 2018, los picos más altos registrados.
En el verano de 2018, las costas del Caribe Mexicano sufrieron el mayor recale de sargazo desde que se tiene registro, seguido de las arribazones de 2019. Aunque en el 2020 se mostró una baja significativa, para este año el pronóstico se vuelve cada vez más preocupante.
