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‘Can-ijo’ malix, ni el golpe le dolió

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Perricidio
Tremendo guamazo vial causó un perro que se atravesó de golpe en el camaino de una motociclista, en la colonia Francisco May.

Cristhian Novelo/De Peso

FELIPE CARRILLO PUERTO, Q. Roo.- “¡Esta vez sí te pasaste Lucho!”, gritó el dueño de un perro ‘malix’ tras descubrir que su mascota provocó un guamazo marca ‘caguama’ por atravesar intempestivamente la calle, resulta que una doñita que cabalgaba en una motocicleta, acompañada de su menor hija, derrapó tres metros en el duro pavimento tras embestirlo. El fregadazo se registró en la calle 67 con 69A de la colonia Francisco May a las 5:30 de ayer.

Después de que estuvo amarrado durante todo el día, Lucho, líder perruno de la manzana y candidato a la jefatura de la ‘coloña’, logró desatarse y salió a la calle para dar una vuelta como todo buen can de barrio, pero en su desesperación por dejar la casa, atravesó de golpe la vía de rodamiento, donde fue colisionado por una Italika FT125 negro con naranja, sin plaqueta a la vista, donde viajaban una doñita y su hija, quien acababa de salir de la escuela.

Del fuerte impacto, ambas ‘charritas’, junto con su motito, salieron proyectadas hasta que cayeron sobre el duro pavimento, donde derraparon varios metros, hasta que ambas quedaron tendidas  en el suelo y en sentidos opuestos.

Por su parte, vecinos y el mismo propietario de Lucho, se aproximaron para ayudar a las lesionadas, al tiempo que por sus ‘celulocos’ solicitaron la presencia inmediata de una ambulancia de la Cruz Roja, la cual trasladó de boleto a un hospital, tras percatarse los ‘pegacuritas’ de que la mujer presentó traumatismo cervical, posible fractura en brazo izquierdo y escoriaciones en diferentes partes del cuerpo, mientras que la menor tuvo escoriaciones y golpes contusos, por lo que también fue llevada a un nosocomio para una valoración médica más completa.

Por su parte, los ‘tranchitos’ resguardaron la motito, mientras el dueño  de Lucho se aproximó a los ‘polis’ y dialogó con ellos, posiblemente buscando algún arreglo ¿y el Lucho?, se salvó de pisar el ‘frescobote’ canino.

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