Un fuerte y estrepitante terremoto azotó el oeste de Turquía y al norte de Siria la madrugada del lunes lo que lamentablemente provocó la muerte de unas 1,800 personas y 6,700 heridos, así como cerca de 3,000 construcciones destruidas.
Cerca de 1,800 personas murieron por un devastador terremoto de magnitud 7.8 grados escala Richter que sacudió en la madrugada del lunes el sureste de Turquía y el norte de Siria, y cuyos temblores se sintieron incluso hasta en la lejana Groenlandia.
El temblor se sintió a las 04:17 horas locales y se produjo a una profundidad de 17.9 kilómetros, según el Servicio Geológico de Estados Unidos.
El epicentro se situó en el distrito de Pazarcik, en la provincia de Kahramanmaras, en el sureste de Turquía, a unos 60 kilómetros de la frontera siria.
Un nuevo movimiento telúrico de magnitud 7.5 golpeó la zona a las 13:24 (10:24 GMT), a cuatro kilómetros al sureste de la localidad de Ekinozu, según el USGS. También se produjeron una cincuentena de réplicas, según Ankara.
Lamentablemente tras el terremoto, hubo varias pérdidas tanto materiales como en vidas sin distinción de nada.
Hubieron varios bebés que murieron en los brazos de sus padres que al vivir tan aterrador momento hicieron todo lo posible por protegerlos, pero el desastre fue mucho más fuerte que ellos, por lo perdieron a sus hijos.
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